Alberto Costa se consagra ante Muster

"El tenis español tiene una nueva estrella". La sentencia de uno de los comentaristas ingleses de la cadena televisiva Eurosport resume el consenso del mundillo del tenis mundial tras la exhibición de Alberto Costa ante el austriaco Thomas Muster, el jugador que marca la pauta, con una trayectoria que le hace poco menos que imbatible en los torneos sobre tierra batida. Costa desplegó un juego tan excelente como tenaz para acabar provocando la rendición incondicional de Muster, dominado en su superficie favorita y además ante sus compatriotas. El público austriaco, que abarrotaba la pista central de Kitzbuehel, saludó rindiendo honores de héroe al nuevo campeón, que redondeó su victoria por 4-6, 6-4, 76 (7-3), 2-6, 6-4 con un juego en blanco.La rendición de Muster fue obstinada y tardía, como no podía ser de otro modo en un jugador de su constancia y talento, pero acabó siendo incondicional. Alberto Costa fue superando la potencia, colocación y variedad de sus golpes hasta el punto de que Muster acabó deambulando de lado a lado sin acertar siquiera a darle réplica a su rival. Fue el colofón a una victoria que abre nuevas perspectivas, que demuestra que Muster es batible y que augura un esperanzador futuro para el jugador leridano, de 20 años, que reside en Barcelona.

La altura del obstáculo superado por Costa, número 27 en la clasificación mundial, tiene datos precisos: Muster lleva ocho, torneos ganados este año, es el número tres del mundo y hasta ayer de los 50 último partidos que había disputado tan sólo había perdido uno, precisamente ante otro español, Alex Corretja, en Gstaad (Suiza). Costa jugó ayer con golpes muy profundos y contestó con tanta o más contundencia que la que utiliza el austriaco. Pasó por un bache en el cuarto set y en el cuarto juego de la manga definitiva vio roto su servicio, con lo que dio pie a pensar que una vez más se iba a imponer la constancia de Muster. Pero el final de Costa fue magistral y acabó por descomponer por completo al jugador austriaco. "Cuando le he roto el servicio por segunda vez en el último set ha sido cuando he sabido que iba a ganar", dijo Costa. "Estoy muy satisfecho de haber ganado mi primer torneo ante el número uno sobre tierra batida. Ahora quiero saborear este momento".

En la lista de damnificados por el sólido y durísimo repertorio de Muster se encontraba precisamente Alberto Costa, que había perdido ante el austriaco en los cuartos de final del torneo de Roland Garros y también en la final de Estoril. Ayer Costa se tomó la revancha y consumó su primer triunfo absoluto en un torneo profesional después de 3 horas y 11 minutos de juego. Ambos jugadores tuvieron que hacer frente a algún lastre. Costa jugó los últimos puntos con la angustia de saber que se le estaban agotando las raquetas con las cuerdas tensadas de forma correcta. Lorenzo Fargas, su entrenador, se quejó a los organizadores porque el equipo oficial de tensadores de raquetas abandonó Kitzbuehel antes de finalizar el torneo. Muster, ganador del torneo el ano pasado, no decidió participar hasta última hora debido a un quiste en el pie derecho, del que se ha hablado tanto en Austria que. se ha llegado a denominar al tenista "el quiste nacional".

Nuevo éxito de Conchita

Por su parte, Conchita Martínez ganó también el torneo de San Diego, en California, Estados Unidos. Se impuso con toda facilidad en la final a la norteamericana Lisa Raymond, por 6-2 y 6-0. La española había pasado el cabo más difícil en semifinales al ganar el sábado a la francesa Mary Pierce por 6-1, 6-3. Conchita jugó con mucha profundidad y paciencia, y aprovechó los 29 errores no forzados que cometió Pierce. "Creo que jugué un tenis muy bueno durante gran parte del partido", comentó la jugadora española. "Le hice cometer demasiados errores".

Ayer lo tenía mucho más fácil. Conchita había ganado las dos veces que se había enfrentado a Raymond, aunque ésta no de 6 de confiar en sus opciones al triunfo: "En su interior, Conchita sabe que las dos veces que jugué con ella debimos disputar tres mangas. Si quiere ganarme va a tener que jugar muy bien". Se equivocó. La española la aplastó y le dejó hacer sólo dos juegos.

Mientras, Javier Sánchez-Vicario perdió la final del torneo de Praga ante el checo Bohdan Uhlihrach por 6-2, 62. Uhlihrach, de 20 años y número 61 de la clasificación mundial, sorprendió a Sánchez Vicario por la seguridad de sus golpes y su rapidez.