La Audiencia actúa contra un policía que tendió una trampa a un "camello"
La policía no puede ni debe inducir a la comisión de un delito aunque ello sirva para capturar a un delincuente. Así lo demuestra la Audiencia de Madrid en una sentencia donde ordena que se abran diligencias contra un inspector antidroga al que atribuye haber "provocado" un delito de tráfico de drogas para detener a un supuesto camello.El tribunal absuelve en esa misma sentencia a los dos ciudadanos peruanos -Luis A. L. y José A. C.- que resultaron procesados por tráfico de drogas merced a la trampa del inspector.
La Audiencia ha pedido ahora a un juez de instrucción que investigue la conducta del agente y compruebe si cometió algún delito en la detención de Luis y José.
No es la primera vez que un tribunal absuelve a un reo por considerar que la policía había actuado arbitrariamente. Por ejemplo, la Audiencia de Valencia hizo lo propio con el cantante Joselito porque los policías que le detuvieron con droga le habían tendido una trampa.
La presunta trama urdida por este inspector, cuyas iniciales son J. C., se preparó en 1993. Todo comenzó tras salir de la cárcel el ciudadano peruano José A. C., tras cumplir una condena por regentar un locutorio telefónico clandestino. Como no tenía dinero para vivir, José pidió ayuda económica a un antiguo conocido, Óscar D. Según fuentes jurídicas, Óscar le sugirió traficar con drogas. Y le indicó que conocía a una persona de nacionalidad alemana que estaba interesada en adquirir dos kilos de cocaína. Óscar era un confidente del citado inspector.
Para conseguir la droga, el ex presidiario se puso en contacto con otro amigo suyo, Luis A. L., y le informó sobre la charla que había mantenido con Óscar. Tras conseguir la droga, Luis y José convinieron con Óscar en que la transacción se efectuaría el 14 de diciembre de 1993 en el portal de la casa de Óscar. El confidente informó de todos los pormenores de la operación al citado inspector. Cuando Luis y José llegaron al portal con la droga, allí les esperaban Óscar y otra persona. Ellos creyeron que se trataba del ciudadano alemán, pero en realidad era el inspector de policía, que portaba un maletín con dos millones de pesetas para la supuesta operación. (El inspector negó durante el juicio. que él fuese esa persona, pero el tribunal no le creyó).
La idea del inspector era sorprender a Luis con las manos en la masa. Varios policías le detendrían una vez que se diese la señal. Después de que Óscar presentase a ambas partes, el inspector se subió a un coche con Luis para comprobar que la mercancía era buena. Poco después, dos policías detuvieron a Luis, pero dejaron libres, según el fallo judicial, a José y a Óscar. El fiscal también actuó después contra José.
La sentencia condena las artimañas empleadas por el inspector para detener a Luis y considera, sin ningún género de dudas, que se trata de un delito "provocado". "Es traer a la vida un hecho fraudulento y delictivo" que de etro modo no se habría producido, entiende el tribunal.
Los policías que intervinieron en la detención atribuyeron a la casualidad su estancia en las inmediaciones del portal en el momento en que se efectuaba la operación. Este periódico intentó ayer dialogar, sin conseguirlo, con el inspector de policía.
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