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El padre de Poli Díaz acusa a su hijo de dejarle KO

Nicolás Díaz, padre del boxeador Poli Díaz, celebró ayer su 60 cumpleaños en la comisaría de Vallecas. El hombre, tras salir del hospital, denunció a sus dos hijos -entre ellos al famoso Potro de Vallecas- por haberle propinado una paliza la noche del lunes. Por su parte, los acusados sostienen que el padre, ebrio, cayó por las escaleras después de insultarles. Los hechos sucedieron en el domicilio familiar de Vallecas.

Nicolás Díaz fue ingresado la noche del lunes en el hospital Gregorio Marañón, donde fue, atendido de diversas contusiones en la cara. A la mañana, siguiente recibió el alta. Por la tarde relató a la policía su versión de los hechos.En la denuncia consta que abandonó la casa de su esposa -donde Poli estaba de visita- después de que sus dos hijos le pegaran. El motivo de la reyerta permanece en la oscuridad, según fuentes policiales. En su declaración, el padre indica que sus hijos le empezaron a insultar y que él les ordenó que se callasen. Acto seguido, empezó la tunda. Nicolás Díaz huyó de la casa, situada en la calle del Arroyo Olivar (Vallecas). En las inmediaciones, en la esquina con la calle del Puerto Cardoso, paró a una patrulla de la Policía Municipal y les mostró las heridas de su cara.Los agentes, alarmados, llamaron al servicio de ambulancias municipales Samur, que le trasladaron inmediatamente al hospital. Durante la espera, el hombre explicó a los agentes locales que huía de sus hijos, quienes le habían golpeado.

Ángel Díaz, de l7años, hermanó del púgil y uno de los acusados, niega la versión de su progenitor. "Ni yo ni Poli le hemos tocado. Él sabrá porque nos ha denunciado; seguirá borracho", afirmó con aplomo este joven de complexión musculosa, que también se gana la vida en el cuadrilátero.Versiones contradictorias

Ángel sostiene que a las 23 horas del lunes salió a dar un paseo, "para bajar la cena". En la puerta se topó con su padre. "Estaba borracho, como siempre, y empezó a insultarme y dijo que me iba a dar una puñalada. Me marché. Media hora después regresé y allí seguía. Siguió insultándome y se dirigió hacia mí corriendo. Quería pegarme. Tropezó en la escalera y cayó. Yo entré en casa, donde estaba mi hermano Poli. Conté lo sucedido y mi madre salió para ver lo que había pasado. Ya no le vimos más. Luego nos dijeron que se lo había llevado una arribulancia", narró ayer en el lugar de los hechos Ángel Díaz.La madre de los denunciados y esposa del denunciante, Antonia Arévalo, de 58 años, corroboré esta versión. "Siempre está bebido y nos insulta desde la calle. A mí me llama puta. Lo que quiere es hundir a Poli", señaló Antonia, con, quien vive Ángel. Su marido, desde hace cuatro años, se aloja en un patio contiguo a la vivienda. "Con Poli, a su padre, no le falta de nada: le ha comprado la nevera, la lavadora, la televisión y un coche de segunda mano. Es un buen hijo", añadió la madre, quien aseguró que Poli estaba entrenándose en Manzanares del Real.Esta no es la primera vez que los altercados familiares salpican a Poli Díaz. En mayo de 1993, su esposa, la portuguesa María Rodríguez, de 26 años, se tiré tras una pelea con el boxeador por la ventana del domicilio conyugal -un primer piso- Los médicos, sin advertir el juego de palabras, aseguraron entonces que la mujer sufría policontusiones. Recibió el alta en media hora y un volante para el psiquiatra. La policía consideró el caso un intento de suicidio.

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