Torrelodones elimina los festejos taurinos por falta de plaza y los defensores de los animales felicitan al alcalde

Las cosas no son siempre lo que parecen. En el despacho del alcalde de Torrelodones (9.300 habitantes), Mario Mingo, del PP, se acumulan desde hace días telegramas y cartas de las asociaciones de defensa de los animales. Le agradecen haber eliminado de los programas de las fiestas patronales las celebraciones taurinas. Entre ellas, el toro del aguardiente (un novillo es soltado en la plaza, mientras los mozos toman alcohol y churros en un chiringuito montado en medio del coso)."Su ejemplo ético debe cundir ser seguido por otros regidores. No se pueden mantener actividades de ese tipo", comenta Consuelo Polo, portavoz de Alternativa de Liberación Animal (ALA). Lo que Polo ignoraba ayer es que esta tradición ha sido retirada de las fiestas populares por "motivos técnicos" y no por razones éticas.

La historia es compleja. Torrelodones está dividido en dos grandes núcleos urbanos separados por la N-VI: la colonia y el centro urbano. Entre ambas partes del municipio hay cierta rivalidad y las dos exigen al Ayuntamiento los mismos servicios.

Hace unas semanas, el alcalde inauguró en la zona de la colonia el parque de Pradogrande. Esta parcela había sido siempre el lugar donde se instalaba la plaza de toros. Las autoridades inauguraron el parque sin darse cuenta de que pronto iba a surgir un problema: si había parque, no había coso. "Haberlo, puede haberlo, pero se necesitaría una inversión muy costosa para preparar otro lugar apropiado", comentan desde el Ayuntamiento.

Por eso, en las pasadas fiestas del Carmen la colonia se quedó sinfestejos taurinos.

En los próximos días, en el casco urbano se celebrarán las fiestas de la Virgen de la Asunción. Para evitar rivalidades, el Ayuntamiento tampoco celebrará este tipo de actividades.

La noticia llegó pronto a las asociaciones de defensa de los animales, pero un poco deformada: El Ayuntamiento no iba a celebrar este verano el toro del aguardiente por "motivos éticos". Los defensores de los animales saltaron de júbilo al conocer la decisión municipal. Enviaron al alcalde telegramas dándole las gracias.

"Le hemos mandado cartas . y telegramas de todas las asociaciones españolas. Ya era hora que un alcalde madrileño tomase tan valiente decisión. Es el primero. Nuestra presión y su sensibilidad hacia los animales han obrado este milagro. Hacen falta políticos valientes como el de Torrelodones", dice Consuelo Polo. Desde el Ayuntamiento de Torrelodones, más modestos, sólo indican: "Ciertamente podríamos apuntarnos el éxito, pero la verdad es la verdad".