Renault revisará 60.000 furgonetas Express por un fallo en la refrigeración

La compañía automovilística Renault está procediendo a ponerse en contacto con los compradores de 60.000 furgonetas Express para solventar gratis un fallo en el sistema de refrigeración de los vehículos que puede provocar el escape del líquido de refrigeración de su circuito y quemaduras al conductor. Para suprimir el riesgo, basta cambiar el tapón del vaso de expansión por otro de nueva generación. Los modelos afectados se vendieron en España entre los años 1986 y 1990.

Según una nota difundida ayer por la compañía, el riesgo se acentúa si coinciden tres factores: envejecimiento en exceso del sistema de refrigeración; acumulación excesiva de deposiciones calcáreas en el mismo debido a un mantenimiento. inadecuado; y recalentamiento del motor del vehículo debido a un sobreuso en ambientes calurosos, los cuales, en verano en España son habituales.La suma de estas tres condiciones causa que la temperatura del líquido de refrigeración se incremente hasta tal extremo que produzca una sobrepresión en el circuito de refrigeración, que, si no es compensada por la válvula de escape del tapón regulador del, vaso de expansión, escapa por cualquier punto del circuito, de manera que puede llegar a salpicar al conductor y quemarle.

Renault corrige el fallo con la sustitución del tapón del vaso de expansión por otro de nueva generación, que permite una mayor evacuación de caudal del líquido.

La compañía ya está llamando a los compradores de esas 60.000 furgonetas Express.

Este año han sido detectados varios fallos en diferentes modelos automovilísticos de otras dos empresas. En el pasado mes de abril, Opel, compañía alemana filial de la estadounidense General Motors, empezó a llamar a los propietarios de su modelo Omega 2.Oi 16 válvulas para someterlo s a una revisión gratuita. Se instaló una abrazadera en un conducto del combustible situado en el compartimento del motor de los vehículos. Opel había descubierto que, en condiciones que la, empresa calificó de "muy difíciles", la cubierta de protección del tubo de combustible podía hacer contacto con un tubo de enlace rápido.

Opel también revisó todas las unidades equipadas con air-bag (cojines de aire situados en el salpicadero y el volante que protegen los rostros del conductor y de su acompañante en, caso de choque violento) para comprobar si existía un defecto en la conexión electrónica que impedía su funcionamiento.La medida, hecha pública en febrero de 1995, afectó a 2.800.000 vehículos. En Alemania murió una persona en un accidente en el que el air-bag no se accionó, pero la compañía declaró que el fallecimiento del conductor se habría producido de todas maneras al estar circulando a una velocidad muy alta. Se es timó que en España el defecto afectaba a 100.000 vehículos.

En el mismo mes, Volkswagen llamó a revisión en toda Europa a más de un millón de vehículos de segunda generación de sus modelos Golf y Jetta con motores de 1,6 y 1,8 litros, por posibles defectos en el circuito del agua de refrigeración, como en el. caso de Renault.