Un masajista del Banesto hace de brujo con el podio

El viernes pasado, antes de que comenzara la etapa de Mende, la del ataque en bloque del ONCE, se le pedía a Javier Mínguez, uno de los directores del Banesto, que se mojara, que adelantara el podio de París, vamos. El técnico ya puso entonces cara de misterio. Y respondió enigmático, con una sonrisa cómplice. "¿Qué día es hoy?", preguntó. "Pues mañana por la mañana os lo digo". Ninguna razón aparente para la elección de la fecha. El día señalado para su desvelamiento era la víspera de los Pirineos. Muchas cosas podían pasar después.La mañana siguiente, sábado 15, no hubo que esperar mucho, ni ir a buscar a Mínguez. El mismo fue hacia un pequeño grupo de periodistas. Echó mano al bolsillo y sacó un sobre blanco doblado en dos y arrugado por las puntas. "Para Mínguez, de Rubio", ponía. El sobre ya estaba abierto, por lo que hay que fiarse de la declaración del director, que extrajo un folio doblado en cuatro.Jeroglífico

En una mitad figuraba el dibujo de un podio. En el cajón más alto, en el centro, tres letras y un guión, B-IN; en el de la izquierda, unas rayitas como haciendo un sombreado; en el de la derecha, el correspondiente a la tercera posición, más letras, casi en plan de signos para un arqueólogo: C-P, O-Z. No hizo falta ninguna piedra roseta para traducir el jeroglífico. El propio Mínguez hizo de Champolion. "Lo de B-IN está claro explicó el técnico. "Quiere decir Banesto-Induráin. Esto de las rayitas es un poco más oscuro, pero raya, raya, rayita, Riis va a terminar segundo", continuó. "Y lo último ya no tiene complicación: Carrera-Pantani y ONCE-Zülle".

Javier Fernández Rubio entregó esa carta a Mínguez antes del comienzo del Tour con la orden de no abrirlo hasta el día 15.

Rubio es uno de los masajistas del Banesto y hombre de Mínguez de toda la vida. Ya desde Azuqueca de Henares, el pueblo de Guadalajara donde vive, Rubio hizo honor a su fama de brujo. Ya hace un mes sabía de las posibilidades del sorprendente Riis y de las certezas de Zülle y Pantani. Aunque al final no haga pleno en su pronóstico, bastante se ha acercado.