Jalabert: ''Ya no hay milagros"

El sorprendente Laurent Jalabert no para, aunque un poco menos. Aunque parezca que pierde gas, aún está tercero, colocado en un cajón del podio. Sin embargo, su discurso tras la etapa no fue muy esperanzador. "Sé que no soy un escalador puro, por eso creo que he salido con bien del día", explicó. "Para haber tenido una posibilidad tenía que haberme metido en una escapada antes del primer puerto, pero no ha sido posible". Ahí hablaba el mejor francés de sus aspiraciones para ganar la etapa, aún pelín optimista. Sin embargo, su análisis del desarrollo del Tour fue demoledor. "No hay lucha posible", dijo el corredor del ONCE. "Cuando Induráin está en su sitio no hay muchos que puedan seguirle, y esos que lo logran serán los del podio. Ya no hay milagros".El ganador del día, el escalador calvo Marco Pantani, no es que pudiera seguirle, es que le aventajó. Y aun así, tampoco se mostraba muy optimista sobre sus posibilidades de estar en el podio, su gran objetivo tras conseguir dos victorias de etapa."Lo veo muy difícil"

"He perdido mucho tiempo antes y me va a ser muy difícil recuperarlo", dijo. "Además, ni Zülle, ni Riis, ni Jalabert ceden. Para lograr meterme en el podio, que lo veo muy difícil, debería no sólo igualarles en tiempo, sino superarles por lo menos en cinco minutos en la etapa del Tourmalet, que es lo que preveo que voy a perder en la última contrarreloj".

Huérfano y desamparado en solitario, el mejor escalador del mundo es el principal damnificado. "Tengo mucha resistencia, ganaría a cualquiera en ese terreno, pero mi cuerpo no me permite tener potencia. Y así es imposible", se lamentó. Pantani puede que no tenga potencia, pero al menos tiene una teoría sobre el oficio de escalador. "Yo amo la montaña", declaró. "Pero cuando sufro en ella, la odio. Por eso voy tan rápido, al máximo, para acortar la agonía".

Miguel Induráin, que celebraba su 31º cumpleaños, ya 11 Tours haciéndolo, no se mostró muy contento con la generosidad de sus rivales. "Esperaba que me regalaran una etapa tranquila. Pero entre Pantani y Jalabert no me han dado ese respiro".

El director del Banesto, José Miguel Echávarri, se limitó a constatar varias realidades. "Ha sido una etapa con un principio muy tranquilo, lo que demuestra que todo el mundo tiene las fuerzas muy justas", dijo. "Nos ha venido muy bien, además, el control que ha ejercido el Carrera". Si embargo, el director de Induráin perdió ligeramente la mesura para certificar la etapa de su pupilo. "Cuando Induráin acelera", dijo, "el pelotón desaparece".