Los eurodiputados populares creen que peligra la presidencia española de la UE

El Grupo Popular español en el Parlamento Europeo considera correcto el programa del Gobierno de Felipe González para la presidencia europea, pero demasiado amplio, y deplora sobre todo la fragilidad de los apoyos parlamentarios y populares con que cuenta en este momento el Ejecutivo. Los 28 eurodiputados que encabeza Abel Matutes, la mayor representación española en la Cámara de Estrasburgo, tratan durante el recién iniciado semestre de mantener el equilibrio entre la posición institucional, de apoyo a los objetivos- de la presidencia, y el compromiso de representar al principal partido de la oposición.Mientras los democristianos europeos y su presidente, el, exprimer ministro belga Wilfried Maertens, evitan hacer críticas a la situación del Gobierno de González porque desean evitar injerencias en la política interna y se limitan a señalar que a cualquier presidencia europea se le exigen resultados y éstos no se consiguen sin estabilidad, los populares españoles subrayan que la crisis del Ejecutivo ha trascendido las fronteras y ha restado credibilidad a la presidencia.

El Grupo Popular español considera dudosa la fiabilidad de los compromisos que el Gobierno pueda adquirir en los próximos meses, cuando el propio González ha sugerido la provisionalidad de su Gabinete y ha ofrecido una negociación para pactar la fecha de unas elecciones anticipadas en cuanto comience el nuevo año.

Objetivos

Los populares no objetan el programa de la presidencia española, pero creen que hubiera sido más eficaz si se hubiera concentrado en un par de grandes objetivos, como la Conferencia Euro Mediterránea y el desarrollo de los acuerdos comerciales con América Latina. Sobre lo primero, critican la concentración de los esfuerzos diplomáticos en el encuentro de Barcelona, en vez de que se ponga el acento en la creación de mecanismos que permitan seguir el diálogo pasada la conferencia. El Grupo Popular echa en falta la invitación a Estados Unidos y Rusia, potencias con intereses indudables en el Mediterráneo.

Los populares dan por hecho el fracaso de otro objetivo de la presidencia, la apertura de negociaciones con Cuba, único país iberoamericano que no tiene firmado un acuerdo de cooperación con la Unión Europea. Para ponerle un contrapunto, los grupos Popular y Liberal de Estrasburgo celebraron ayer un seminario con la Plataforma Democrática Cubana, que agrupa a formaciones en el exilio. Estos grupos de orientación demócrata cristiana, liberal y social demócrata, firmantes del Pacto de Madrid de 1990, en el que se defendía una transición democrática sin violencia, piden a la Unión Europea que condicione un eventual acuerdo con Cuba a una amnistía política en la isla, la libertad de asociación y la libre entrada y salida de todos los cubanos.