Una huelga de la television francesa pone en peligro el Tour

El sector público de la radiotelevisión francesa ha entrado ya en su sexto día de huelga -empezó el 22 de junio- con la amenaza de que ésta se prolongue hasta el próximo sábado, día en que se inicia el Tour de Francia, la mítica carrera ciclista que, desde 1948, es retransmitida por la televisión pública y permite que aumente, una y otra vez, sus índices de audiencia. De esta señal depende, a su Vez, la retransmisión prevista por TVE.

La huelga que determina la interrupción de la emisiones está protagonizada por administrativos y técnicos, que reclaman un aumento salarial del 4%, una prima anual de 1.500 francos y una revisión al alza de los salarios más bajos.

La actual huelga, que implica la desaparición de ciertos programas televisivos, está logrando que la pantalla permanezca durante muchos minutos ocupada por un letrero informativo sobre las razones del paro o que ciertas emisoras de radio emitan horas y horas de música y hayan suprimido diversos programas.

El próximo 1 de julio el Tour comenzará a rodar en Saint Brieuc, al finalizar el telediario de la noche, un horario innovador que responde a una maniobra que no tiene otro objetivo que arrebatar espectadores a la cadena privada TF1, tradicionalmente reina de los fines de semana en Francia.

De prolongarse la huelga, TDF, que asegura la distribución de la imágenes, y la SFP, única empresa en condiciones de suministrar el número de cámaras necesarias para un acontecimiento de estas características, tendrán en sus manos una carrera cuyo equilibrio económico depende de la venta de sus imágenes y unos canales de televisión que han hecho del Tour un gran espectáculo y mejor negocio.