_
_
_
_
Tribuna:BALONCESTO: EUROPEO 95
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

No digas quo fue un sueño (III)

No es frecuente, hasta la fecha, que en medio de una fase de clasificación de un campeonato haya una jornada de descanso para todos los equipos. Pero la pregunta concreta puede ser: ¿para qué sirve, una jornada de descanso? Está claro que denominar "descanso" a una parada de 24 horas en una sucesión diaria de partidos raya de forma alarmante en lo generoso. Es por ello por lo que el término puede llevar a malas interpretaciones. El descanso para el que participa en un torneo como el que nos acontece significa solamente una cosa: ¡no hay partido! Por contra, también significa otra: ¡hay vídeo!Durante los partidos, los entrenadores han ido filtrando en las cintas de vídeo la esencia de los aspectos más positivos o negativos del juego, y es en estas paradas donde aprovechan para hacérselo tomar a grandes sorbos y a modo de elixir reparador a los jugadores, los cuales salen de la sala de vídeo en estado catártico.

Más información
España encuentra su camino en la derrota ante Croacia
Victorias de Rusia y Yugoslavia

El implacable progreso ha provocado que el vídeo sustituya completamente a la clásica pizarra, quedando ésta relegada, en el mejor de los casos, a un segundo plano. Qué lejanas quedan ahora las explicaciones en las que, una pizarra o similar ocupaba el centro de atención. Qué bonito y artístico era contemplar cómo. su superficie se iba cubriendo de líneas a troche y moche, llegando a no entenderse absolutamente nada. Y qué creativo resultaba perderse entre los innumerables colores que la rasgában.Eso por no hablar de la sofisticada pizarra magnética, en la que las fichas, en un alarde de soberbia, hacían las veces de jugadores para, por medio de la diestra mano del entrenador, combinar el ataque o la defensa, llegando un momento en el que era tal el follón que dos de las fichas atacantes defendían, una de las del equipo defensivo era el árbitro y el balón hacía de pívot. En cambio ahora todo se concreta en sentarse y ver la televisión, y luego se quejan de que falta imaginación.

Antes de comenzar el campeonato también hice mi propia predicción, y aprovecho este parón en los partidos para compararla con el estado actual del europeo. Mi favorito dentro de nuestro grupo era Rusia, aunque ha pinchado ante su directa rival, Croacia. La seguía esta última en segundo puesto; y España, que sólo perdía ante Croacia y Rusia, quedaba en tercer lugar. El cuarto puesto lo destinaba a Francia. En el otro grupo la favorita era Yugoslavia. En segundo lugar, Grecia, que gana ba a Lituania, y esta última en tercer lugar; en el cuarto puesto, Italia. En mi pronóstico aseguraba una sorpresa de Grecia, primero por jugar en casa y luego porque pasar del tercero al segundo puesto hubiese llevadera disputar el cruce con España en lugar de Croacia o Rusia. La sorpresa negativa la ha protagonizado la derrota de España ante Francia. Pésimo resultado para nuestra selección, puesto que de seguir así Francia -y parece lógico- nos sustituirá en el grupo de clasificación, con lo que conlleva quedar último del grupo.

De todas maneras quedan aún tres jornadas para el cruce, mañana un España-Eslovenia fundamental, y aunque no parezca que pueda haber ningún resultado sorpresa, nada está decidido hasta el final.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_