España sembró dudas ante

La selección volvió a carecer del sentido de la rima en su segunda victoria de oficio en el Europeo. Finlandia, el rival más débil con diferencia de los 13 posibles de torneo, le causó demasiados problemas y acabó por remitirla a un triunfo que añade objeciones a su camino y que abre dudas respecto a su futuro próximo. España volvió a jugar con fuego. Finlandia invocó los recientes fantasmas: Angola y China, sin ir más lejos.España se pasó 15 minutos tratando de ponerse por delante en un marcador que en varias fa ses se le puso con cinco puntos de desventaja: 19-24. Eso ante una selección que perdió con Rusia por 52 puntos de diferencia. Algo más de media parte tardó en alcanzar alguna diferencia significativa: 41-33. Tuvo que aferrarse a los numerosos tiros libres -36 en total de los que sólo se anotaron 23- que concedieron las constantes faltas personales de los finlandeses. Así alimentaron un marcador esmirrado por unos porcentajes que rozaron el ridículo: 36% en los tiros de dos. Pocas veces encontró el ataque español opciones tácticas con una solución de continuidad. Volvió a sobrevivir España de la mano de Herreros.

Se confirmó ayer lo que podía haber quedado en un pasajero mal día. Ferrán es el jugador con mayor experiencia en el tercer proyecto de Lolo Sainz. Es un tipo que por su facilidad de tiro y por su envergadura debe ser fundamental en el esquema de juego de la selección. Siendo así resulta descorazonador que sólo tuviera opción de probar un lanzamiento a canasta durante los 13 minutos que actuó en el primer tiempo. Un dato que empieza a revelar que quizás Lolo Sainz deba cambiar de estrategia.

Los cambios de Ferrán y Fernández por Martín y Herreros confirmaron las sospechas de que el caudal ofensivo español puede llegar. por caminos diferentes. Lolo Sainz ha insistido en mantener una dirección con sentido único, sin apenas cambios. Pero tanto el fugaz cambio, a una defensa en zona cuando los finlandeses se crecieron más (19-24), como el relevo a gritos que pedía Ferrán, como la alarma que hizo cundir la tercera falta de Herreros cuando finalizaba el primer tiempo reclamaron retoques que pusieron en evidencia la existencia de un arsenal mayor del que se ha tendido a manejar hasta el presente.

La resistencia finlandesa decayó al paso del minuto 23, todavía 43-38, tras recibir su seleccionador una falta técnica que no hizo sino revelar su Impotencia ante la manifiesta inferioridad técnica. Su defensa se descompuso cuando el ataque español encontró la rentabilidad de elegir otros caminos: penetraciones de Snúth y Fernández y aproximaciones a canasta de Martín; además de mantener el tiro exterior de sus aleros y la media distancia de Orenga. España tomó distancia, 75-55 a cuatro minutos para el final, y volvió a ver rebajada su diferencia en una última fase en la que se estrenaron Reyes, Murcia y Galilea y en la que los finlandeses ya no tuvieron inconveniente en abrir fuego a discreción hasta sumar 30 lanzamientos triples. La segunda victoria mantiene a España con sus posibilidades intactas pero dejó un poso amargo.