Detenido un periodista español por espiar a una amiga del Príncipe en Nueva York

Confirmando que las escuchas telefónicas no tienen fronteras, el periodista español Carlos Arriazu permanece detenido desde el lunes en el Manhattan Detention Complex, en Nueva York. Arriazu fue sorprendido el lunes junto ados detectives interviniendo la línea telefónica de una joven a la que se le atribuye un romance con el príncipe Felipe. La juez del Tribunal Criminal de Manhattan ha fijado una fianza de 25.000 dólares (unos tres millones de pesetas) sobre Arriazu, de 23 años.

La juez Judith Levitt ha citado a Arriazu ante el eran jurado el próximo viernes. Si el perióldista se declara culpable, probablemente se le impondrá una multa. En caso contrario, le espera un proceso judicial del cual se pueden derivar hasta cuatro años de cárcel según la legislación del país del Watergate.Según Santi Arriazu, padre del reportero detenido y director de la agencia madrileña Paramedia en la que trabaja su hijo, éste trataba de averiguar el verdadero nombre de la chica fotografiada con el Príncipe y a la que una revista del corazón confundió con la joven millonaria mexicana Viviana Corcuera en su edición de esta semana.

Ni la oficina del fiscal de Nueva York, ni la abogada de Arriazu, Chris Watson, quisieron hacer comentario alguno a este respecto. Watson no quiso hablar sobre las circustancias del trabajo "periodístico" de su cliente y sólo dijo que había sido contratada por "personas cercanas" a él.

Falso enviado

Según declaró a un investigador tras ser detenido, Carlos Arriazu dijo haber sido enviado a Manhattan por la revista Hola, lo que ha sido desmentido tajantemente por el director de este semanario y por Santi Arriazu. Sus dos acompañan tes eran detectives privados de Miami (Florida) que estaban grabando las conversaciones de una persona a quien él mismo había entrevistado telefónica mente y fotografiado el do mingo.

Fuentes citadas por el diario The New York Times afirman que Arriazu dijo para defenderse que las escuchas telefónicas eran algo "habitual" entre los profesionales del periodismo en España. Los investigadores contratados en Miami, Luis Jiménez y Carlos Fernández, también están detenidos bajo fianza de 5.000 dólares (unas 600.000 pesetas).

La fiscalía de Manhattan afirmó ayer que el domicilio de la supuesta novia del Príncipe, en un vecindario discretamente lujoso de Manhattan, estaba siendo vigilado después de que se interpusiera una denuncia por acoso.

Arriazu había entrado en contacto con la joven al menos en dos ocasiones durante el fin de semana. El lunes, un investigador que había estado vigilando el vecindario sorprendió a Jiménez y a Fernández dentro de un automóvil escuchando y grabando conversaciones de una línea telefónica cercana. Arriazu se encontraba en las cercanías, aparentemente supervisando la operación. En el coche se intervino el material para las escuchas así como una foto de la joven espiada.

Él equipo de investigación también tiene pruebas de que los dos detectives habían entrado esa misma tarde al edificio para pinchar la línea telefónica. Jiménez declaró que Arriazu les había prometido un pago de 25.000 dólares si las escuchas llegaban a buen fin. Aparentemente existe un cuarto cómplice, que no ha sido detenido, y que habría recibido 1.000 dólares por mostrar a Jiménez cómo practicar la intervención.

El Departamento de Penitenciarías de Nueva York dijo antes del cierre de esta edición que ninguna de las tres fianzas había sido depositada por el momento, pero que el pago podría efectuarse en cual quier momento ya que sus dependencias están abiertas 24 horas. Santi Arriazu salió a última hora de la tarde de ayer con destino a Nueva York para depositar la fianza de su hijo.