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Senadores norteamericanos piden que los televisores lleven un chip antiviolencia

Los aparatos de televisión. en Estados Unidos podrían incorporar un dispositivo para que los padres censuren los programas cuyo contenido consideren inadecuado para sus hijos. Así lo dispone una enmienda de senadores republicanos y demócratas en el debate de la Ley de Telecomunicaciones, pero la propuesta no figura, por ahora, en el proyecto de Ley que discute la Cámara de Representantes. La votación del Senado recibe aplausos y críticas, y las cadenas de televisión se resisten a desarrollar la iniciativa por las repercusiones que puede tener la instalación del llamado "chip de la violencia".

La iniciativa fue lanlada hace más de un año en, debates parlamentarios,que recogieron la alarma social por el incremento de la violencia y de los asuntos escabrosos en la televisión estadounidense.Bob Peters, presidente de Morality in Media de Nueva York, un grupo que vigila el tratamiento de los valores morales en los me dios de comunicación, cree que la decisión supone, una de cal y otra de arena: "El chip puede ayudar al los padres, pero la solución no es que ellos tengan la capacidad técnica de eliminar un programa. La respuesta real al problema de la basura en la televisión es librarse de ella". Peters cree que "es de risa pensar que es una cuestión tecnológica, cuando de lo que se trata es de que ciertas empresas dejen de producir material violento u obsceno" y duda mucho de que llegue a haber acuerdos para calificar los programas y establecer los códigos necesarios para que pueda actuar el chip. La realidad le da la razón, hasta el momento. Desde hace más de n año, la Asociación de Industrias Electrónicas, que representa a los fabricantes de televisiones, trabaja en el diseño de un microprocesador con circuitos especiales capaz de interpretar códigos de calificación moral de películas y programas.

Teóricamente, las cadenas. de televisión deberían estar elaborando estos códigos, pero hasta ahora no han avanzado nada, porque entienden que es tirar piedras contra su propio tejado: aquellos programas "marcados" con el código podrán ser bloqueados y eso significa que las tarifas de la publicidad que les acompaña tendrán que ser ajustadas a la baja.

La polémica política es también importante. Bob Dole, líder de la mayoría republicana, votó en contra, a pesar de su reciente y enérgico ataque contra los excesos de violencia y sexo en el cine y la televisión. La explicación de Dole fue que "hay que dar una oportunidad de cambio a la industria del espectáculo". Kent Conrad, defensor de la enmienda, cree que es la mejor alternativa porque evita la censura previa y traslada la decisión a los padres.

Los republicanos Richard Lugar y Phil Gramm votaron a favor a pesar del criterio conservador de evitar al máximo la regulación en cualquier aspecto. Elsenador McCain, que se ha quejado de que la Ley de Telecomunicaciones legisla demasiado, votó también a favor "porque tiene cuatro hijos pequeños y no sabe cómo hacer para que dejen de ver ciertos programas de televisión".

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