El edil de Seguridad, desprotegido

El concejal de Seguridad, Carlos López Collado, presentó ayer con la voz quebrada la última memoria de "su" área. "No hay foto ni palabritas del concejal", observó para presentar el libro que recoge la: actuación de la Policía Municipal en 1994: su último año 'Completo como responsable de seguridad. A partir de la semana próxima su puesto se encogerá a menos de la mitad: sólo le quedarán los bomberos y protección civil. "Cuando uno ha salido a la calle para ver los problemas, es sobradamente conocido y no hace falta foto", musitaba. Unas horas antes había visitado el último escenario de la desgracia: "un hombre de 31 años ha muerto en un incendio". Se refería al inmigrante de Sri Lanka fallecido la madrugada de ayer bajo el puente de Méndez Álvaro (Arganzuela).La carraspera agarrotaba la garganta del concejal para encubrir con un telón de gruñidos su llanto contra la injusticia. A su lado el culpable de su desdicha, el al calde José María Álvarez del Manzano, endurecía la yugular y hacía comentarios por lo bajini con el concejal cesante de Carabanchel, Manuel Martínez Blanco.

La próxima primera teniente de alcalde, Esperanza Aguirre, había prometido acudir a la presentación de la memoria para devolverle el favor a López Collado, que le había acompañado el lunes en elelogio de su área, la de Medio Ambiente. Pero no llegó a la cita. Su silla se llenó, con una excusa atrapada al vuelo en el último minuto: Martínez Blanco es presidente de la comisión informativa de Seguridad, un cargo sin apenas contenido.

El grueso de las competencias y presupuestos de esa concejalía pasarán a manos del hasta ahora responsable de Urbanismo. José Ignacio Echeverría, quien será segundo teniente de alcalde, y concejal de Circulación y Seguridad. Ya ha trasladado sus papeles al despacho que ocupaba el primer teniente de alcalde sin es perar a su nombramiento oficial. Una responsabilidad pequeña para quien ha chupado doce horas diarias de despacho y miles de conversaciones con todas y cada una de las emisoras de radio por pocos oyentes que tuviesen que le requerían cada vez que se producía un incidente.

Probablemente no pertenecerá a la comisión de Gobierno: López Collado recibirá el mismo trato que han recibido Fernando López Amor y Antonio Moreno (ex ediles de Hacienda y Personal respectivamente), quienes han dado más de dos quebraderos de cabeza al alcalde. Ambos tendrán por encima a un capitán nuevo en la plaza. Pedro Bujidos llevará Hacienda y dejará a López Amor una sección de Economía sin apenas competencias. A su vez, José Ramón Pin cargará sobre sus espaldas la concejalía de Personal mientras Moreno se queda con los restos del latifundio: Patrimonio, y Régimen Interior.

López Collado se despidió. Ayer era el peor día para hacer, balance de su gestión: no le dejaron antes. Problemas de agenda. Era el primer reconocimiento público, y en cierto modo también para sí mismo, de la derrota en una guerra sin trincheras por el poder municipal. Reconoce que se confió y no guardó sus espaldas ante el baile postelectoral. La caída de Echeverría del trono de Urbanismo para dejárselo a Ignacio del Río y su frustrada ascensión al segundo puesto (finalmente la dirección del partido impuso a Esperanza Aguirre) determinaron que se le compensase con una supercartera (Circulación y Seguridad) a costa de López. Collado. De cuarto teniente de alcalde a la nada por un efecto dominó que sólo ha tirado su ficha. Ayer contenía un pequeño arroyo salado en su mejilla al percatarse de que se había sentado por última vez en el primer banco del salón de plenos. El alcalde se limitó a elogiar la labor del edil sin explicar su sustitución.A López Collado sólo le cabe una alegría posible en el futuro inmediato: que el presidente electo de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, cuente con él para una dirección general relacionada con la seguridad.