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'He nacido el 25 de mayo en Nueva York"

Carlos Cano espera volver a los escenarios en otoño tras la operación de un aneurisma

Delgado y con ojeras, pero con un verbo imparable, Carlos Cano reapareció públicamente ayer para proclamar, 19 días después de su operación, que se siente "nacido el 25 de mayo en Nueva York, provincia de Granada" y que tiene unas "ganas horrorosas" de volver a su ciudad para ver el pico Veleta. "Veo ya muy lejano el vértigo de ese infierno que significa el lugar por donde he pasado, y me siento vulgarmente cansado", dijo el cantante desde el hotel de Manhattan en que se aloja estos días. "Ha sido una experiencia absolutamente sentimental, porque no hay nada que afecte más a la vida que rozar las alas negras de la muerte".Carlos Cano agradeció el haberse sentido protegido por su familia y la gente que le ha rodeado en este episodio, y dijo que volvería a España en unos días. "Creo que va a ser pronto, pero la recuperación es lenta. Salgo del hotel y me canso. Es natural que sea mi cuerpo el que me marque los caminos, y lo que me marca ahora mismo es dormir muchísimo. Ayer estaba tumbado en el sofá y tenía la impresión de que iba a entrar mi abuela a decirme: '¡Niño! ¡A trabajar!', porque estaba con una sensación de vago maravillosa. Soy consciente de que va a ser largo, les que básicamente, me han rajao, me han hecho una carnicería!".

El cantante explicó que no había tenido un recuerdo inmediato de despertar después de la operación de aneurisma a que fue sometido el pasado 25 de mayo en el hospital Mount Sinai de Nueva York. "Fui un enfermo horrorosamente broncas", dijo. "Perdí un puente de la boca de darle bocados a una cama de la UVI cuando estaba sedado". "Mi familia tomó la decisión adecuada al traerme aquí", dijo Cano, tras asegurar que no conocía la polémica desatada en España al haber elegido un hospital extranjero para la intervención. "El doctor Fuster [jefe de cardiología del Molant Sinai] me decía: 'Aquí estamos, hablando'. Eso es lo importante".

"Soy vitalmente muy osado", afirmó. "Ahora soy el mismo, pero con una segunda oportunidad. Espero ser más valiente que la anterior, espero decir todavía mas veces 'no' a cosas que no me gust s de acuerdo con mi pensamiento y que la delicadeza no se confunda con la debilidad".

En el largo sueño de Carlos Cano hubo sitio para los recuerdos inconscientes de su tierra y paria las alucinaciones: "Tenía un sueño en que las ardillas del Central Park querían comerse mi corazón y yo les decía palabras granaínas que ellas no entendían: maoletas, asofaijas, membrillo... ". Para el futuro, el cantante dijo que no estaba dispuesto a rebajar su nivel vital, que había tomado multitud de notas durante su estancia en el hospital, y que indudablemente la experiencia se verá reflejada en su trabajo. "Me gustaría cantar este año, me han dicho que podría ser entre septiembre y octubre".

Sin poder contener una breve lágrima, Cano habló orgulloso de su familia y dijo: "Mis niñas han crecido mucho en dos días". "No quiero olvidar nada de lo que ha pasado", afirmó el cantante al final de una conferencia de prensa en la que se fue animando paulatinamente. "Recuerdo los versos de una canción que se llama Querencias y que dice: 'De la soledad yo vengo / cantando pa que me quieran...'. Yo ahora me siento querido. Me siento tribu, a gusto".

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