Irán reclama a Bagdad la extradición de opositores protegidos por Irak
, Jerusalén Irán e Irak, súbitamente embarcados en el primer intento serio de reconciliación para contrarrestar conjuntamente la política de "contención dual" alentada por Estados Unidos contra Teherán y Bagdad, han comenzado a formular propuestas cuya materialización podría aliviar tensiones internas. Diez días después de la visita de una delegación iraní a Bagdad, en Teherán se comienza a hablar de una petición de extradición de los líderes del movimiento opositor iraní de los muyahidin Al Khalq, que desde 1980 actúan con la protección de Irak.
El semanario teheraní Kúyhan Havai dice en su última edición que la solicitud fue formalmente presentada por emisarios iranies que están preparando el terreno para una próxima visita del ministro iraní de Exteriores, Alí Akbar Velayati. Según esa versión, Irán quiere extraditar a Masud Rajaví y a su plana mayor de guerrilleros para someterlos a juicio por traición, asesinatos y actos de sabotaje.Los muyahidin se pasaron al lado de Irak durante la cruenta guerra que enfrentó a ambos países entre los años 1980 y 1988. Fuentes de la oposición iraquí indicaron ayer que la extradición de Masud Rajavi había sido rechazada por el régimen de Bagdad.
Las autoridades iraquíes podrían hacer una gestión similar para pedir la extradición de opositores aglutinados en el movimiento Al Dawa, presidido por el ayatolá iraquí Mohammed al Baqer, que vive exiliado en Teherán desde 1980. Cualquiera que sea el futuro de esas gestiones, lo cierto es que ya existen señales. Una de ellas es el acuerdo logrado el pasado fin de semana, mediante el cual ambos países se comprometen a devolver los cadáveres de soldados caídos en la campaña que terminó en 1988.
Irán e Irak han canjeado,. por otra parte, 75.000 prisioneros de guerra, aunque la Cruz Roja dice que las autoridades iraníes retienen a 20.000 prisioneros iraquíes y que Bagdad retiene a más de 1.000 prisioneros de Irán.
A la cuestión de los prisioneros de guerra se suman por lo menos otros dos obstáculos: la devolución de un centenar de aviones militares iraquíes que buscaron refugio en Irán durante la guerra del Golfo, y las demandas iraníes de cuantiosas reparaciones de guerra por parte de Irak.
En el contexto regional, un acercamiento real entre Irán e Irak neutralizaría la "alianza estratégica" entre Teherán y Damasco, el archienemigo y viejo rival de Irak. Los iraquíes están promoviendo la idea de que un eventual acuerdo de paz entre Siria e Israel afectaría automáticamente los vínculos entre Teherán y Damasco, reduciendo así la decisiva influencia iraní en el sur de Líbano.
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