_
_
_
_
_

Caras nuevas en París

Alberto Costa y Virginia Ruano abren nuevos horizontes al tenis español

Los franceses van de sorpresa en sorpresa. En 1994 enmudecieron en la pista central cuando descubrieron que el tenis español no era solamente Arantxa Sánchez, Conchita Martínez y Sergi Bruguera. De golpe se les apareció un nuevo jugador, vasco, que tenía una forma tremendamente peculiar de coger la raqueta: Alberto Berasategui. Allí estaban todos. Y dieron la batalla.Pero este año, sus rostros volvieron a ofuscarse al darse cuenta de que una nueva generación de jugadores españoles se está abriendo camino y que en las próximas temporadas no podrán contrarrestar tanto poderío. Ningún jugador francés superó los octavos de final en Roland Garros, a pesar de que invierten en el tenis mucho más dinero que el que se invierte en España. Es difícil que la última hornada alcance las cotas actuales. Pero es lógico pensar que tanto en París como en muchos otros torneos superarán rondas y llegarán a finales. Por el momento, algunas nuevas caras dieron ya un claro aviso en París. Alberto Costa, de 19 años, y Virginia Ruano, de 21, rompieron la banca alcanzando los cuartos de final. Y el leridano fue quien más cerca de la eliminación tuvo al austríaco Thomas Muster antes de la final.

Más información
Muster alcanza la gloria de París
La máquina ya tiene corazón

Para Costa (36º de la ATP) y Ruano (88ª de la WTA), que llevan ya un par de años entre los profesionales, París fue una experiencia imborrable. También a Álex Corretja, ya consolidado en la clasificación mundial a pesar de sus sólo 21 años, le dejó un buen sabor de boca llegar a los octavos de final de un Grand Slam por primera vez en su vida. Y muchas personas descubrieron al peculiar Emilio Álvarez cuando perdió con Bruguera en la segunda ronda, y a la joven María Luisa Serna (16 años) por meterse en las semifinales de junior.

Ellos han saltado a la palestra estas dos semanas. Pero muchos otros siguen trabajando en el anonimato y asegurando el futuro del tenis español. Nombres como los de Roberto Carretero, de 20 años, y los más jóvenes Jacobo Díaz, Carlos Moya y Beto Martín ilustran ya los palmarés de algunos torneos de los 28 pertenecientes a circuitos satélites ATP que se juegan en España.Pero donde se ha dado un salto más grande es en el apartado femenino. "Ahí la aportación de Elvira Vázquez con su apoyo económico ha sido fundamental", comenta Albert Riba, director técnico de la federación española. "Hace ya algunos años que contamos con 20 torneos femeninos que oscilan entre los 10.000 y los 50.000 dólares de dotación. Y eso permite que nuestras jugadoras puedan entrar en la clasificación de la WTA sin moverse de España".Nunca hasta ahora tres tenistas españolas se habían metido entre las 100 mejores del mundo. Nunca antes hubo seis más entre la 100ª y la 200ª de la WTA: Neus Ávila (108ª), Cristina Torrens (129ª), María Antonia Sánchez (133ª), Silvia Ramón (134ª), Miriam Ramón (174ª), Angels Montolio (193ª) . Todas ellas están ya metidas en el circuito pasando previas y superando alguna que otra ronda.Mientras la estructura siga, los franceses tienen motivos para preocuparse. Los españoles llegarán a manadas a París y eliminando a algunos de. sus jugadores.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_