El Parlamento portugués aprueba un código de conducta para los políticos

El Parlamento portugués aprobó ayer el nuevo código de conducta de los políticos y titulares de cargos públicos, un conjunto de cinco leyes propuestas hace dos meses por el nuevo presidente del partido gubernamental, Fernando Nogueira, para "moralizar" la política y acabar con los "escándalos políticos-financieros", que sin alcanzar las proporciones que el fenómeno tomó en otros países europeos (Italia, Francia, España) también en Portugal afectan a la credibilidad y respetabilidad de las instituciones y del régimen democrático en su conjunto, como revelan los sondeos.Las remuneraciones de los políticos y titulares de cargos públicos; las incompatibilidades entre cargos públicos y privados, tendentes a instaurar progresiva y voluntariamente el régimen de exclusividad para los diputados; la publicidad de las fortunas e ingresos de los políticos antes, durante y hasta tres años después de la asunción de un cargo; las pensiones de jubilación y subvenciones de reinserción de los ex diputados, y la financiación pública y privada de los partidos políticos, son las cinco nuevas leyes que entrarán en vigor antes de las elecciones legislativas de octubre próximo y que, teóricamente, no dejarán lugar para la más mínima duda acerca de la incorruptibilidad del poder.

Interpretada como una maniobra electoralista del nuevo líder del PSD para limpiar la imagen del partido, desgastada por 10 años de ejercicio solitario del poder, y privar a los tres partidos de la oposición (socialista, comunista y popular) de una de sus principales banderas de su lucha contra el cavaquismo, el pacto de régimen propuesto por Nogueira para ser discutido y elaborado por consenso acabó por abrir profundas brechas en las dos principales fuerzas políticas que se enfrentarán en octubre, o sea, el PSD y el PS. Al final, en los dos casos prevaleció la disciplina partidista y las consideraciones electoralistas. Con raras excepciones, el grupo del PSD acabó por votar a favor de las propuestas de su nuevo líder, y el PS tomó la decisión de votar a favor de dos de las leyes y en contra de otras tres.