Los inversores extranjeros cotizan a la baja la limitada victoria del PP en las elecciones locales
La fuerte cantidad de bonos a tres y diez años que adjudicó ayer el Tesoro y el elevado tipo de interés ofrecido deprimieron aún más los precios del mercado secundario de deuda. Este efecto amplificó la presión que, según analistas financieros consultados, soporta la deuda por la decepción que ha causado entre los no la limitada victoria del PP en las recientes elecciones locales. El mercado español fue el único de los europeos que cayó. Su diferencial con Alemania -que mide la desconfianza del ahorro extranjero en España- se acercó de nuevo a los cinco puntos porcentuales. La peseta también se vio presionada, y cayó unos 50 céntimos frente al marco, con el que cotizó a 87,35.
Tras vivir un día de gracia por haber sido festivo en Londres y Nueva York el lunes, los mercados financieros españoles reflejaron ayer claramente la decepción que ha causado entre los inversores extranjeros los resultados electorales que, a sus ojos, prolongan la incertidumbre política por la difícil cohabitación que se inicia y retrasan la introducción de las reformas económicas pendientes. "El mercado descontaba una victoria más amplia del PP que hubiera aumentado la presión sobre González para convocar elecciones anticipadas y acortado el periodo de inestabilidad política", señala Fernando de la Vega, de Beta Capital. Juan Pérez-Campanero, de JP Morgan, cree incluso que se hubiera producido una "entrada masiva de capital", de haber ganado con una ventaja mayor el PP. Para Nicolas Hernández, de AB Asesores, la principal duda que plantea el desenlace electoral es la capacidad del Gobierno para corregir la inflación y el déficit.El mercado de deuda español fue el único de los europeos que no se pudo beneficiar de las declaraciones que dos consejeros del Bundesbank hicieron ayer apoyando una próxima bajada de los tipos de interés en Alemania, lo que refleja la disminución mas rápida de lo previsto de la inflación en este país. La renta fija es una inversión tanto más atractiva cuanto más controlada esté la inflación. El diferencial de la rentabilidad del bono a diez años entre España y Alemania se amplió hasta rozar los 4,90 puntos frente a 4,60 del día anterior.
Fernando de la Vega confía en que, pasada la decepción por los resultados electorales, el diferencial pueda volver a reducirse a los 4,50 puntos "siempre que la inflación no se desmadre". Para controlar los precios-que en abril se situaron el el 5,2%, lejos del 3,5% al que aspira el Gobierno-, el mercado espera que el Banco de España suba medio punto los tipos -ahora en el 8,5%- en la subasta del día 2 o "lo más tarde" del 13. Este sentimiento negativo de los no residentes sobre el mercado de deuda español se vio amplificado por el efecto que tuvo la subasta de bonos a tres y diez años que celebró ayer el Tesoro. Con dicha emisión, el Tesoro dejó clara su voluntad de volver a financiarse en el largo plazo, algo que ha procurado eludir desde que en marzo de 1994 las rentabilidades de estos activos se dispararan en el mercado secundario de deuda, con el que compite en sus emisiones. Presionado por la necesidad de hacer frente a los vencimientos antes de fin de año de las letras a seis meses que ha emitido masivamente en el último año y aprovechando que las rentabilidades a largo plazo habían caído en las últimas semanas, el Tesoro asignó más de 400.000 millones de pesetas (258.000 en los bonos a diez años y 144.500 a tres).
La rentabilidad que ofreció para captar este dinero se situó muy por encima de la que se negociaba en el mercado secundario. El interés del bono a 10 años quedó fijado en el 11,558%, mientras que en el secundario el lunes era del 11,32%. Con todo, frente a la subasta anterior, en la que colocó mucho menos, el Tesoro ha logrado rebajar 0,57 puntos. En el caso de los bonos a tres años, el tipo de interés marginal se situó en el 11,319%, en este caso algo por encima de la subasta previa.
La peseta se contagió de este tono más pesimista. Al cierre europeo cotizaba a 87,35 pesetas por marco, mientras la víspera se había mantenido en las 86,85. Frente al dólar, que por su parte se mantuvo estable con el marco a 1,3875, la moneda española perdió casi una peseta: cerró a 121,20 frente a 120,50 la víspera,
La Bolsa, que la víspera, con un escaso volumen, cayó un 0,151%, puso la nota disonante a la jornada al ganar un 0,44%, que permite situar al índice general en el 294,87%, informa .
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