Las empresas de sondeos admiten que subestimaron el voto oculto del PSOE

Al contrario de lo que sucedió en las elecciones generales de 1993, cuando los sondeos a pie de urna pronosticaron un empate entre populares y socialistas que fue desmentido por los hechos, los institutos de opinión se muestran esta vez satisfechos por su trabajo: las encuestas difundidas al cierre de los colegios, a las ocho de la tarde del domingo, se demostraron fiables. Con un matiz: todas las correcciones que hubo que hacer eran favorables al PSOE.

"Lo siento, pero González ha perdido", afirma Carlos Malo de Molina, de Sigma Dos, en respuesta al reto que lanzó Felipe González en la campaña para "derrotar a las encuestas". No obstante, los cuatro institutos de opinión que realizaron sondeos a la salida de los colegios (Eco-Consulting, Demoscopia, Sigma Dos y Vox Pública) resultaron más fiables para pronosticar los éxitos del PP, que para adelantar las contadas victorias socialistas.Los cuatro sondeos erraron al dar ganador al PP en Castilla-La Mancha, si bien por pequeñísimo margen, y sólo Demoscopia acertó a prever la ventaja del PSOE en Extremadura, que Sigma Dos atribuyó al PP y Vox Pública y Eco-Consulting dejaron en empate. Las encuestas fueron más fiables en las municipales.

Antonio Vera, de Eco-Consulting, que realizó un sondeo para RTVE y la federación de televisiones autonómicas, basado en 3.147 mesas y más de medio millón de entrevistas, cree que los resultados han confirmado su estimación.

No obstante, reconoce un margen de error, que atribuye a la "ocultación de voto" por parte del electorado socialista; un fenómeno que "ya había sido detectado, pero es muy difícil de cuantificar". A su juicio, también ha influido la dicotomía entre el voto rural, favorable al PSOE, y el urbano, escorado hacia el PP, pues los institutos de opinión están acostumbrados a trabajar en las ciudades.

José Ignacio Wert, de Demoscopia, que hizo el sondeo de la SER, Canal Plus y Tele 5, prefiere hablar de "voto reservado, más que de voto vergonzante". Muchos votantes socialistas, especialmente los de mayor edad, hacen del secreto del sufragio un deber en vez de un derecho, explica. Wert se muestra "bastante satisfecho" con la exactitud de sus previsiones en relación con los datos ofrecidos por el Gobierno.

"La diferencia estuvo en la manera de presentarlos", afirma. Mientras las empresas se ceñían a las grandes ciudades y los parlamentos autonómicos, Belloch y Pérez Rubalcaba se extendieron en datos municipales por provincias, lo que beneficiaba al PSOE alrecoger su apoyo en pequeños municipios.

Carlos Muñoz, de Vox Pública, cuyo sondeo fue difundido por la cadena COPE, considera "bastante precisos" los pronósticos, pero admite que "subestimamos el voto al PSOE y sobrevaloramos el del PP. En función del cambio político, los factores correctivos debían haber sido mayores", agrega.

Malo de Molina y los otros expertos advierten que los resultados no son extrapolables a unas generales, aunque la situación política condicionó el voto, lo que explica la alta participación, que ninguna encuesta había previsto.