España destroza a Brasil
La selección derrota por segunda vez al campeón olímpico
EFE España puso fin al hechizo y el mito olímpico del equipo brasileño, con una victoria tan angustiosa como brillante (3-2) que acabó con tres años de triunfos consecutivos de Brasil en su propia casa en la Liga Mundial. El equipo español destrozó en seis días la brillante trayectoria brasileña de los últimos tiempos, ya que se ha convertido en el primer conjunto que logra endosarle dos derrotas consecutivas en este torneo. La presión del equipo brasileño salió a relucir en la primera jugada. Paulao y Giovane pujaron por un balón que acabó cayendo al suelo. La consigna "ataque, sólo ataque" que José Guimaraes había dado a sus hombres antes del partido la siguieron casi en su totalidad. Lo que no esperaban era la contundente respuesta de España.
Giovane, Tande y Gilson ponían todo en su empeño en la red, pero los bloqueos de Juan Carlos Robles y Juanjo Salvador, junto con la sensacional segunda línea de Jesús Garrido y Rafael Pascual, resquebrajaron su moral. España tardó diez minutos hasta conseguir el primer punto del partido, pero su adversario necesitó de otros tantos para inaugurar su marcador.
España se anotó la primera manga por 16-14. Guimaraes no quiso más sustos e hizo varios cambios en el equipo titular. A partir de ese momento, el juego brasileño comenzó a mejorar progresivamente. Brasil sumó dos sets consecutivos por 15-8. Todo parecía sentenciado. Pero España no dio tregua. El sexteto brasileño tuvo incluso que pedir el aliento de su "torcida" porque la defensa de sus rivales no cedió ningun balón. España se situó con dos puntos de ventaja (8-6) y la paciencia de los brasileños estuvo a punto de agotarse. Y se agotó. Ante su propia incredulidad España forzó el quinto set. Una muerte súbita agónica que muchos tardarán en olvidar. De seis balones de partido dispuso el equipo español. A la victoria, por 23-21, no le faltó nada. Ni las lágrimas de algunas aficionadas brasileñas.
En el segundo partido, ayer, Brasil se tomó la revancha y derrotó ya a una España conformista por un claro 3-0 (15-7, 15-4, 15-7).
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