Buscando la vida para el pequeño Miquel
Cien vecinos de Sant Celoni se ofrecen para un trasplante de médula ósea
Saben que tienen muy pocas posibilidades de encontrar ellos mismos el donante de médula ósea que pueda salvar la vida de su hijo Miquel, amenazada por una leucemia. Si se atuvieran a las estadísticas, sólo uno de cada 40.000 posibles donantes sería compatible, pero no por ello Miquel Mesa y Olga Guillamet se han puesto a trabajar con menos ahínco para intentarlo. Al fin y al cabo, las estadísticas no dicen si esa probabilidad saldrá en el número 39.999 o en el número 28.De momento, ellos ya han conseguido más de 100 donantes, todos de Sant Celoni, la población del Vallés Oriental en la que viven. "Sabemos que es muy dificil. Pero lo intentamos. No podíamos quedarnos sin hacer nada. Y si al final no encontramos una médula compatible para nuestro hijo, otro niño, otro enfermo, en cualquier parte del mundo, podrán algún día beneficiarse de nuestro esfuerzo", dice Olga Guillamet, de 30 años.
Los cien donantes de Sant CeIoni han pasado a engrosar el registro de donantes de médula ósea de la Fundación Carreras, que tiene ya 16.700 fichas de toda España. La fundación fue creada en 1988 por el tenor José Carreras, que estuvo a punto de perder la vida a causa de una leucemia y la salvó gracias precisamente a un trasplante de médula ósea.
El pequeño Miquel tiene cinco años y lucha contra una leucemia linfoblástica aguda, que le fue diagnosticada en julio del año pasado. Inmediatamente fue sometido a un tratamiento de quimioterapia en el hospital infantil de Vall d´Hebrón, en Barcelona, y la enfermedad remitió. "Pero en el control que le hicimos en febrero, el análisis dio positivo. Ha recaído. Ahora, la única solución es el trasplante de médula ósea".
Y, como siempre que se plantea un trasplante, el primer problema es encontrar un donante compatible. Primero se busca en la familia. "Es muy difícil que uno de los padres lo sea. En cambio, entre los hermanos hay un 25% de posibilidades de encontrarlo", explica Ricardo Castillo, director del banco de médula de la Fundación Carreras. Pero Miquel no tiene hermanos. Y la prueba que se hizo a los padres resultó, como ya se esperaba, negativa. Había que recurrir, por tanto, a un donante no emparentado. Gracias al banco de la Fundación Carreras, Miquel, como cualquier otro enfermo español, tiene exactamente las mismas posibilidades de encontrar un donante compatible que cualquier otro ciudadano europeo o norteamericano, porque la fundación está conectada a una red internacional que tiene registrados más de dos millones y medio de posibles donantes.
"Se han hecho ya 68 trasplantes de médula traída del extranjero y estamos a punto de hacer el tercer trasplante de donante español para enfermo español", indica Carrillo.
También para el trasplante del pequeño Miquel se ha hecho un barrido por la red intemacional en busca de un donante compatible. Pero ha resultado infructuoso. "Tiene un tipaje muy poco corriente. Pero la fundación lo sigue intentando, porque cada día hay nuevos donantes y, por tanto, posibilidades", dice la madre.
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