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28 MAYOJOSÉ CASTRO ÁLVAREZ: ALCALDE DE PONTEAREAS

Por la alcaldía hereditaria

José Castro Álvarez, 62 años, es alcalde de Ponteareas (Pontevedra) desde 1968. "Creo que va a ser la última vez que me presente a las elecciones", dice. "Depende de si mi hijo asume la alcaldía. A él no le gusta la política, pero le he metido en la candidatura y, dentro de un par de años, si finalmente él coge el gusto, yo me iré y le dejaré en el cargo. No porque sea mi hijo, que conste" precisa, "sino porque está muy capacitado para desempeñar el cargo".Para disgusto de Pepe Castro, su nombre de guerra, ninguno de sus 10 hijos ha tenido vocación política. Pero también él quería ser músico, como su padre, de manera que quizá a su hijo mayor, una vez en el Ayuntamiento le entre el gusanillo y acepte la sucesión. Con esta abierta apuesta por la alcaldía hereditaria, Castro Álvarez busca un digno colofón de su dilatada carrera política.

El relato de sus realizaciones en Ponteareas (16.000 habitantes, 12.750 electores) abruma en igual medida que el caudal de sus alcaldadas. Empezando por el topónimo, galleguizado en todas partes menos en el propio Ayuntamiento. "Yo no le puse el nombre al pueblo" argumenta. "Cuando entré de alcalde era Puenteareas y son otros los que quieren cambiarlo; si les hiciera caso, estaría ofendiendo a los que dicen Puenteareas, ¿no le parece?".

A Castro le reorientó su vocación de músico la militancia falangista: "A mí en realidad no me gustaba la política, sólo ser alcalde". Asume su pasado falangista con orgullo -"lo importante es la persona y yo sirvo hoy los intereses del pueblo con la misma integridad que entonces"-, aunque se siente más cómodo en la democracia porque sólo le "puede destituir el pueblo, y antes podía hacerlo cualquier jefe provincial". También es senador por el PP, aunque se identifica menos con las siglas -"en una democracia joven es dificil hacerlo con ningún partido, hay que darle tiempo al tiempo"- que con Fraga: "Yo entré en el partido con Manolo Fraga, creo en Manolo Fraga y voy con Manolo Fraga".

No acepta que se le confunda con una persona autoritaria -"gobierno con autoridad, que es cosa distinta, algo de lo que se adolece en España"- y encuentra normal copar los espacios de la emisora de radio y televisión local, la primera de Galicia en su género, que dirige su yerno: "Me parece un medio oportuno, porque yo no me prodigo en los periódicos, no me gusta, y así podemos informar directamente a los vecinos de los asuntos municipales que les interesa".

En ella protagoniza una hora semanal de entrevista que tuvo que prohibirle la Junta Electoral en esta campana -"retiro el programa, pero no pueden prohibirme mis funciones de alcalde, y si como tal inauguro o digo lo que sea, ahí saldrá"- instándole a su vez a repartir espacios electorales gratuitos entre las demás candidaturas, cosa que no habían previsto en la emisora.

Según sus detractores, Castro ha obtenido las sucesivas mayorías absolutas en Ponteareas a base de movilizar en cada elección centenares de coches que llevan a los electores ante las umas, facilitándoles la papeleta. "Yo no puedo impedir, si tengo 500 colaboradores y amigos, que visiten a los electores y les ayuden a elegir. Gano porque me vota el pueblo, y lo demás son patrañas". Erigió en la plaza principal un monumento a Franco que no debe atribuirse a sus nostalgias políticas: "Los monumentos se dedican a alguien que hace historia, quién sabe si el día de mañana me levantan a mí uno". A su hijo en la alcaldía podría corresponderle la iniciativa de la primera piedra.

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