Riley: "Hay que cambiar la química de los Knicks"

C. L. SMITH MUÑIZ A Pat Riley, aquel técnico que encumbró a lo más alto a Los Angeles Lakers, le entraron ayer ganas de vomitar. Él , soltando un discurso de fin de temporada a sus jugadores de los Nueva York Knicks, y el Indiana jugando contra Orlando las finales de la Conferencia Este de la NBA. Y en su despedida -"no el 23 de junio como todos deseábamos", dijo-, la más prematura de los Knicks desde 1992, cuando Riley se hizo cargo del equipo, el técnico dio la impresión de ser un entrenador que quería seguir, y también la de ser un hombre cansado por los problernas internos de su equipo, problemas que él cree le han costado la eliminación. Unos problemas que tienen una solución: "Cambiar la química del equipo".

Riley tiene aún un año de contrato, pero los Knicks le han ofrecido una ampliación de cinco años por 15 millones de dólares (unos 1.875 millones de pesetas) que el entrenador aún no ha firmado. Eso ha hecho crecer las especulaciones de que puede abandonar al equipo. Aunque Riley afirmara ayer que la pasada fue su "temporada más dificil como técnico" no está pensando en dimitir.