Tapón policial
El tradicional atasco vespertino en la calle de Velázquez se prolongó el martes más tiempo de lo normal. Un control rutinario de la Policía Nacional colapsó los alrededores de la zona del distrito de Salamanca y provocó la ira de los conductores, que se desfogaron apretando la bocina. Durante dos horas -entre las 18.30 y las 20.30-, los cinco carriles de la calle quedaron reducidos a uno, como se aprecia en la fotografía, que fue tomada a las 20.20. Fue un simple control rutinario efectuado con arreglo al plan de seguridad diseñado por la Delegación del Gobierno; "pero no obedecía a ninguna operación especial", informó ayer la Jefatura Superior de Policía. Los agentes no practicaron ninguna detención durante las dos horas que mantuvieron taponada la calle. "Nos limitamos a ponernos en el lugar que nos dicen", señaló un funcionario policial.
