"Si los pactos no funcionan se pedirá el cambio del sistema electoral"

Joaquin Almunia, de 46 años, cree que, si hay obstáculos para formar gobiernos en autonomías y municipios, la opinión pública terminará pidiendo el cambio del sistema electoral. Cree que no hay que fijar plazos para cerrar el modelo autonómico, y opina que el PP "no conoce la asignatura del trato con los nacionalismos".Pregunta. El PSOE dice que esta campaña es para unas elecciones autonómicas y municipales, pero casi no hay mitin en que no se hable de política nacional.

Respuesta. Vamos a elegir alcaldes, y eso la gente lo sabe, pero el PP trata de sembrar la confusión. Si el primer partido de la oposición sitúa el debate en temas nacionales, es obligado responder con nuestras razones.

P. ¿Cómo van a afectar a la política nacional los resultados de estas elecciones? ¿Qué hará el PSOE si se produce un desastre?

R. Los presidentes autonómicos y los alcaldes de 8.000 municipios, sean de izquierdas o derechas, tienen una gran importancia para la política nacional. A partir de ahí habrá consecuencias sobre la relación entre Gobierno y oposición. Pero un país como España no puede celebrar elecciones legislativas cada año, y los resultados de 1993 deben tener vigencia hasta agotar la legislatura.

P. ¿Debe abrirse el debate sobre la sucesión de González si el PSOE sufre un declive electoral?

R. Creo que, en política, para prever el futuro hay que plantear hipótesis verosímiles.

P. Los resultados de estas elecciones van a poner difícil formar mayorías para constituir gobiemos. ¿Está dispuesto a seguir la política del presidente andaluz de gobernar en minoría?

R. Los sistemas electorales están pensados para ayudar a convertir la voluntad popular en mayorías capaces de gobernar. Tenemos un sistema proporcional corregido, y todo sistema es útil si consigue la estabilidad de los gobiemos a través de mayorías suficientes o de coaliciones. Espero que la actitud de todos los partidos permita seguir confiando en -el sistema proporcional. No estoy por convocar elecciones de nuevo allí donde haya dificultades para formar gobiernos estables. Llegará un momento en que la opinión se inclinará por un cambio del sistema electoral.

P. ¿En qué ha cambiado España con el Estado de las autonomías?R. El balance es altamente positivo. Se ha producido una distribución importante del poder político que permite gestionar con mucha más cercanía. Los nacionalismos catalán y vasco se encuentran bastante cómodos en una España que reconoce su pluralidad, y además hemos iniciado un proceso serio de reducción de desigualdades territoriales.

P. ¿Cuáles son las carencias del Estado de las autonomías?

R. La distribución de competencias entre el nivel central y las autonomías exige mecanismos de coordinación que hoy se encuentran en fase incipiente. También me parece necesario el compromiso de las autonomías en la recaudación y gestión de impuestos para evitar un deterioro de la gestión pública.

P. ¿Cree que el Estado de las autonomías va a integrar a los nacionalismos catalán y vasco?

R. Mientras exista un nacionalista siempre va a haber una serie de aspiraciones insatisfechas. Pero las tensiones no deben ocultar la dimensión histórica del proceso iniciado con la aprobación de los estatutos vasco y catalán, que están permitiendo que tanto el PNV como CiU participen en la responsabilidad de la política española.

P. ¿No le preocupa el nuevo sesgo del PNV?

R. Soy optimista, y pienso que las tensiones que a veces afloran no deben ocultar la buena relación de fondo entre el PNV y el PSOE. Los socialistas conocemos al nacionalismo vasco desde hace un siglo. Hemos' discrepado muchas veces sobre muchas cosas, pero son más importantes las coincidencias sobre los valores democráticos y la experiencia de nuestra lucha común contra la dictadura. La historia común nos permite disponer de una buena base de diálogo.

P. ¿A qué atribuye las malas relaciones del PP con el nacionalismo?

R. La derecha española ha sido históricamente nacionalista, y el diálogo entre nacionalismos de signo distinto es muy complicado. Por eso el PP no conoce bien la asignatura de cómo relacionarse con el PNV y CiU.

P. ¿Cómo resolvería el enorme déficit de las autonomías?

R. El endeudamiento de las autonomías está aumentando a gran velocidad, y ese proceso debe ser rápidamente corregido. La solución debe venir de la responsabilización autonómica en la recaudación de impuestos, pues quien obtiene ingresos fácilmente tiende a olvidar cualquier preocupación sobre el gasto. Además, las administraciones autónomas deberían ser más austeras.

P.¿Hay que cerrar el modelo autonómico?

R. No hay que cuestionar la arquitectura autonómica, pero quedan todavía competencias por transferir. Se está debatiendo un nuevo sistema de financiación, y el Senado trabaja en su conversión en una Cámara de representación territorial. Sin cambiar lo fundamental, hay que reconocer que el Estado de las autonomías no está terminado.

P. ¿Es necesario un nuevo pacto autonómico para culminar estas tareas?

R. Los acuerdos autonómicos del 92 siguen vigentes, pero será necesario para profundizar en el nuevo sistema de financiación y en la reforma del Senado.