Las alianzas con IU marcan las candidaturas verdes
La ola de Izquierda Unida (IU) ha entrado en las listas verdes en dos sentidos inversos. En uno, ha servido como un elemento aglutinante y que da a los candidatos ecologistas más posibilidades de entrar en los Parlamentos y los Ayuntamientos -hasta ahora, esta alternativa cuenta con escasa representación, entre ella un senador y dos parlamentarios en Andalucía y uno en el País Vasco-. Pero, en otro, las alianzas con IU han sembrado aún más división en las ya de por sí desperdigadas candidaturas verdes, pues algunos ven con muy malos ojos pactar con Julio Anguita.
IU y Verdes se presentan juntos, aunque con distintos grados de integración -desde la coalición hasta el mero pacto electoral- en Andalucía, el País Vasco, Cataluña, Valencia, Extremadura y Murcia. La unión puede ser el detonante para que, por fin, los ecologistas entren con mayor representación en las instituciones, ya que algunas de sus figuras han conseguido situarse en buenos puestos en las listas.En Andalucía destacan Antonio Ángel Fernández Castillo y Beatriz Iribarne (números dos y cinco al Ayuntamiento de Almería), Francisco Olivencia (el uno en la localidad almeriense de Adra), Ricardo Marques (el cuatro por Sevilla) y José Larios (el nueve por Córdoba). En el País Vasco, dos miembros de los Berdeak, José Miguel Merino y Arturo Justo, encabezan las listas para las Juntas de Álava y Guipúzcoa; Alberto Martínez es el tres para el consistorio de San Sebastián.
En Cataluña sobresale el número tres al Ayuntamiento de Barcelona, el ingeniero especializado en temas de energía e histórico del ecologismo Josep Puig. Pero uno de los nombres con más peso y prestigio es Carles Arnal, un biólogo de 38 años que se presenta al Parlamento valenciano en el número seis de la demarcación de Valencia. "Llevo sólo meses en la política. Siempre he hecho trabajo de base, en asociaciones ecologistas. Pero creo que en el Parlamento también hay trabajo interesante que desarrollar", advierte Arnal. En esta comunidad está también uno de los municipios en que las listas verdes tienen más predicamento: Villena, que ya cuenta con concejales de ese color y en donde precisamente por esa fuerza se presentan por separado de IU.
En Baleares, una de las comunidades en las que mejor consideración han tenido las candidaturas verdes, el acercamiento a IU levantó ampollas y división. Un histórico del pacifismo y de Greenpeace, Nicolau Barceló, iba como cabeza de lista de Los Verdes al Parlamento. Cuando cambió, a comienzos de año, la Ley Electoral en el archipiélago y se subió el porcentaje mínimo para obtener representación del 3% al 5%, Barceló promovió unirse a IU. Su propuesta salió derrotada. Entonces, pidió pasar a un simbólico número seis. "Perdió la opción pragmática", dice Barceló; "el mundillo verde, cuando se politiza, es muy visceral y cruel". Puntos importantes como Palma, Soller e Ibiza también presentan aspirantes verdes a ediles.
Madrid es quizá el mejor ejemplo de la dispersión -"desorden brutal", lo llaman algunos- y de la ya tradicional batalla por hacer uso del apelativo Los Verdes y del símbolo del Sol, lucha que incluso ha llegado en forma de recursos de amparo al Tribunal Constitucional. Pugnando por los votos hay dos candidaturas con nombres similares. Una -Los Verdes-Grupo Verde, que, a su vez, es una confederación de tres partidos- va encabezada para, la comunidad por Humberto da Cruz, ex director general del Icona y líder de la Asociación Amigos de la Tierra. Le acompañan el adivino Octavio Acebes y la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada, en el último lugar. Presentan varias candidaturas también en municipios del área metropolitana. La otra lista -Los Verdes Alternativos- lleva a la bibliotecaria Ana María Segura a la comunidad y a Cristina García Moreno, conocida por sus campañas antitaurinas, al Ayuntamiento.
El apoyo al transporte público frente al privado, el ahorro de agua y energía, la reducción y reciclado de residuos -no a la incineración-, el fomento de las tecnologías limpias en la industria y de las fuentes energéticas renovables -solar, eólica...-, la creación de zonas verdes, el reconocimiento de las parejas de hecho, la promoción de la participación ciudadana en el Gobierno municipal y la protección de los animales frente a fiestas crueles son algunos de los trazos básicos de los verdes.
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