Aire fresco y trabajo sucio
QUIRÓFANOLUIS GÓMEZ El Unicaja aporta aire fresco y el público lo agradece. El equipo malagueño tiene adjudicado el papel estelar en una final histórica y al Barcelona le toca el trabajo sucio: disuadir, destruir, recuperar la hegemonía, seguir siendo grande... Dejar tierra quemada a su alrededor.
¿Qué puede hacer el Unicaja? Ha llegado muy lejos y ha estado a una canasta del título. Debe olvidar el. pasado, no conformarse y afrontar la final como si se jugara a partido único. Significa recuperar el papel de aspirante, porque ahora el favorito vuelve a ser el Barcelona. Y eso tiene sus ventajas. Sobre todo si vuelven a ser ellos mismos: circulación de balón, velocidad, descaro y, naturalmente, defensa.
¿Qué hará el Barcelona? El Barça huye del factor sorpresa. Hará lo que tiene que hacer: emplear todo su arsenal y convertir en oro cada posesión de la pelota. Buscará cualquier, resquicio, con dos bases, altemando a los hombres grandes, simultaneando tiradores de élite con defensores sin piedad.
Hombres clave. El Unicaja ha vivido de Ansley (23 de media) y Babkov (18). Y el Barcelona lo sabe. No le iría mal un tercer acompañante. Los azulgrana han sido muy diversos: Fernández fue el rey el primer partido (21 tantos); Montero, el segundo (18);-Crowder, el tercero (18), y Ferrán, el cuarto (24). El más regular ha sido Crowder (14 de promedio en la final). Eso quiere decir que puede resolver un, partido por muy diferentes caminos.
El cansancio. Se habla de fatiga, sobre todo de Unicaja. Ansley, Babkov y Rodríguez han jugado más minutos que cualquier jugador del Barça en la final. Pero, en este punto, la recuperación es más psicológica que física: sólo queda, un partido, uno.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.