Málaga se cueIga del aro
Desde hace unos días Málaga vive enganchada al baloncesto. El comportamiento del Unicaja ha extendido un clima de ilusión colectiva entre los malagueños. En plena campaña, electoral, el baloncesto es el tema de conversación preferido y nombres como los de Javier Imbroda, Nacho Rodríguez o Michael Ansley coinpiten en popularidad con los de Celia Villalobos, Antonio Romero o Eduardo Martín Toval.
Con tanta pasión se viven los triunfos de Unicaja, que ya se han convertido estos en un nuevo argumento de reafirmación de identidad en una ciudad que no acaba de desprenderse de un sentimiento generalizado de agravio y que anda constantemente a la búsqueda de señas propias con las que superar este complejo. Resulta llamativo que en su repertorio de cánticos, la afición haya incluido frases contra la capitalidad de Sevilla.Distintos establecimientos comerciales de la ciudad vienen instalando pantallas gigantes de televisión con ocasión de los encuentros. La noche del viernes, después del primer partido de la final, más de 2.000 aficionados se concentraron en la plaza de la Constitución para festejar la victoria. Ayer el partido no se vivió en la calle como en otras ocasiones, dada la hora del encuentro (13.15) y la derrota no dejó lugar para más celebraciones.Ahora la afición está dispuesta a convertir el Pabellón de Ciudad Jardín en un infierno para el Barcelona. Desde hace varios días no hay ni una sola localidad para los partidos de la final.
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