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La familia del industrial secuestrado asegura que no tiene dinero para pagar su rescate

Aurora Intxausti

"La familia no tiene dinero. Ni tiene tesorería. Sus bienes están hipotecados y se puede comprobar en los registros". Así de contundente se mostró el abogado Francisco Audela, portavoz de la familia de Jose María Aldaya, al referirse al posible pago del rescate por la liberación del industrial secuestrado por ETA el pasado lunes. Audela, primo del empresario vasco,negó que éste hubiera recibido nunca amenazas de ETA, ni advertencias por parte de las fuerzas de seguridad de que figuraba como uno de los objetivos de la banda terrorista.

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Audela, visiblemente nervioso en su comparecencia ante los medios de comunicación, negó de forma tajante que Aldaya hubiese recibido amenazas o hubiera sido objeto en alguna ocasión de extorsión económica por parte de la banda terrorista. "Rotundamente no. Ni por escrito ni por teléfono. Nunca se le ha pedido el impuesto revolucionario", indicó. El abogado aseguró que ni la Guardia Civil ni ningún estamento policial había comunicado a José María Aldaya que pudiese ser objetivo de ETA.El portavoz de la familia, que anunció que dejará de actuar como tal en breve porque los Aldaya tienen intención de encomendar a otra persona esta tarea, aseguró que el empresario nunca se había sentido amenazado directamente por ETA, aunque añadió que "temor y preocupación los tenemos todos" en Euskadi. "¿Es que en este país todo el mundo necesita protección?", preguntó con voz angustiada.

El deseo de la familia, según indicó Audela, es recuperar cuanto antes y con vida al empresario, que agradeció en nombre de la esposa y los hijos del secuestrado el apoyo que están recibiendo por parte de personas que han pasado situaciones similares. Tras insistir en que los Aldaya carecen de fondos para afrontar el pago del rescate por tener hipotecados la mayor parte de sus bienes, se preguntó la incapacidad de Insistió osacarlo con vida y recuperarlo cuanto antes. "El objetivo fundamental de la familia es recuperarlo cuantos antes" indicó.

Audela relató que su primo es una persona que empezó a trabajar muy joven y que compaginaba su actividad laboral con estudios nocturnos. "Después de cumplir el Servicio Militar se compró un camión y con él estuvo entre ocho y diez años. Luego montó una pequeña empresa y a fuerza de trabajo y dificultades, ha conseguido lo que tiene", indicó. Una de las cosas de las que estaba más orgulloso,. según Audela, era de su huerto, y los fines de semana llevaba a su madre a comer a casa para que lo viese.

Los trabajadores de Alditrans, la empresa propiedad de Aldaya, llevarán a cabo movilizaciones semanales para exigir la liberación de su "amigo, compañero y jefe". Cada lunes, se concentrarán frente a las instalaciones para pedir a ETA que lo ponga en libertad. No serán los únicos. Ayer, la asociación guipuzcoana de Transporte, Guitrans, sector al que pertenece la empresa propiedad de Aldaya, anunció que pedirá a todos los camioneros españoles que lleven en sus vehículos el distintivo del lazo azul para exigir la liberación del empresario vasco. Para ello repartirán 100.000 pegatinas con el lazo azul entre los conductores españoles, según informó ayer el secretario general de Guitrans, Ricardo Zamacola.

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El símbolo del lazo azul estuvo presente ayer también en el Congreso de los Diputados: un grupo de parlamentarios y el Ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, lo llevaron en la solapa.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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