Cincuenta 'dinosaurios' de la carretera atravesaron ayer la región

Los dinosaurios de cuatro ruedas siguen vivos. Cincuenta vehículos rescatados del óxido y del despiece en los desguaces recorrieron ayer 250 kilómetros durante la octava edición del Rally de Automóviles Antiguos y Clásicos. La caravana partió de Collado Villalba a las diez de la mañana y finalizó en El Álamo hacia las 19.30. El rutómetro de carretera marcó un camino circular alrededor de Madrid que atravesaba 28 pueblos de la Comunidad a una velocidad media aproximada de 50 kilómetros por hora.

El objetivo era, según el organiza dor, Amador Castrillo, "reunir a un grupo de amigos del coche antiguo y clásico para conducir por la Comunidad". Los habitantes de cada población piropearon desde sus balcones o a pie de carretera las valiosas piezas del desfile motorizado. Todos los dinosaurios concluyeron el trayecto sin complicaciones.El Cadillac que el dictador Ceausescu regaló a Santiago Carrillo; el coche más pequeño del mercado, un Iseta, de tan sólo 300 centímetros cúbicos; un Lamborghini de 12 cilindros como el que conduce la Pantera Rosa, o el Hispano-Suiza que utilizó Fernando Trueba en el rodaje de Belle époque son algunos de los vehiculos que se reunieron ayer.

Emilio Fernández, propietario del Hispano-Suiza, modelo T-49, fabricado en Barcelona en 1924, que transportó a Maribel Verdú y a Jorge Sanz, entre otros actores, durante el rodaje de la película ganadora del Oscar, explicaba: "Mi hijo Carlos y yo hemos tardado seis años en revivir este coche, reparábamos las piezas o las conseguíamos en los rastrillos de París o Barcelona. ¡Imagínese la enorme satisfacción que nos produjo cuando escuchamos el motor en marcha por primera vez! Normalmente nunca utilizamos este coche".

El coche de 'Belle époque'

Este coche alcanzó su velocidad máxima, 130 kilómetros por hora, durante el tramo cronometrado del rally. Mariano Balmaseda, con una réplica de un Panther Lima de los años treinta, fue el vencedor de esta única etapa competida del rally. José Franqueira, que participaba en la caravana con una réplica de un JZR, modelo Bandido, construida en el 94 (un descapotable con un motor acoplado de motocicleta y que se mantenía sólo sobre tres ruedas) tuvo que detenerse en el arcén hacia las 11. 30 para que su mujer le proporcionara ropa de abrigo a él y a su hijo.

Juan Manuel Gallego, que participó con un Hotchkiss francés de 1937 restaurado por él, era la primera vez que conducía su coche durante tantos kilómetros seguidos. "Normalmente lo utilizo para dar una vuelta por el barrio los domingos. Esto supone una prueba de fuego para el coche".