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Jospin gana la primera vuelta y luchara con, Chirac por la presidencia de Francia

Lionel Jospin, que recogió el testigo de la izquierda francesa cuando Jacques Delors rechazó ser el candidato, hizo ayer malos todos los sondeos de opinión que vaticinaban que el neogaullista Jacques Chirac sería el vencedor claro en la primera vuelta de la elecciónpresidencial. La victoria del candidato socialista alienta en sus filas la esperanza, ya no descabellada, de que el 7 de mayo suceda a François Mitterrand como presidente de Francia. El alcalde de París, su rival, todavía máximo favorito, tendrá que superar el desaliento de la derrota. En cuanto al tercero en discordia, el primer ministro, Édouard. Balladur, quedó finalmente descartado para la segunda vuelta. Al filo de las nueve de la noche reconoció su derrota y pidió el voto a sus seguidores para Chirac.

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Los resultados definitivos, con el cien por cien de los votos escrutados en la Francia metropolitana, concedieron a Jospin el 23,24%, frente al 20,64% de Chirac y el 18,54% de Balladur. El ultraderechista Jean-Marie Le Pen recogía el 15,15%, lo que le hizo señalar que, si Philippe de Villiers (4,78%) se hubiese aliado con él, habría estado a punto de desbancar a Chirac y disputar la segunda ronda. "Con este resultado, hemos sentado las bases de la esperanza", proclamó un exultante Jospin que ha luchado, contra corriente y que ni siquiera tuvo el apoyo incondicional de su partido o del presidente François Mitterrand. El suyo es un triunfo personal que, con independencia de lo que ocurra el próximo 7 de mayo, le permite asumir el liderazgo del Partido Socialista y el del conjunto de la izquierda.

El voto de protesta jugó en contra de Chirac y Balladur, enfrentados en una pelea de jefes que benefició a Le Pen. Este, que durante la campaña atacó con dureza al alcalde de París, señaló, no obstante, que hará todo lo posible para "evitar una nueva presidencia socialista".

Las próximas dos semanas serán frenéticas, sin mucho que ver con la apatía que se esperaba en el caso de que Chirac hubiera obtenido ayer una victoria rotunda, que habría convertido a Jospin en un rival casi testimonial. La pura matemática, que da una clara ventaja a la derecha, tendrá que superar las heridas abiertas en la primera vuelta en el campo neogaullista.

Páginas 2 a 4 y última Editorial en la página 10

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