La izquierda italiana prevé un empate en las administrativas del domingo

Massimo d'Alema, líder del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), prevé un empate aproximado en las elecciones administrativas del domingo en Italia. "No creo que la derecha dé el salto ni quelos resultados pongan en discusión la continuidad del Gobierno", dijo ayer D'Alema, tras afirmar que de las urnas saldrá probablemente un país muy dividido entre dos bloques con capacidades similares para imponerse en las generales.

Silvio Berlusconi, líder del bloque de la derecha, tampoco parece tener seguridad en el triunfo, ya que ha advertido a sus seguidores que deben ir a votar si no quieren que el país "caiga en manos del comunismo". No obstante, el presidente de Forza Italia y propietario del grupo televisivo Fininvest insiste en que estos comicios son incluso más que un ensayo de las generales.Berlusconi confía en que un avance de la derecha haga prácticamente inevitable la convocatoria en junio de las legislativas, con las que espera recuperar la presidencia del Gobierno que perdió hace cuatro meses.

D'Alema sostiene que esa posibilidad únicamente se plantearía en el caso de que la derecha llegara a obtener algo así como el "60% de los votos", resultado que descartó, y añade que "ni siquiera Berlusconi cree que las legislativas puedan celebrarse en junio, eso es sólo propaganda". Según el líder de la izquierda, el calendario político no permite que se elija un nuevo Parlamento antes de octubre.

En dicho calendario, D'Alema inscribe el tiempo necesario para que se complete la reforma del sistema de pensiones y para que se celebre un referéndum que limite a una las cadenas de televisión que puede tener un empresario. Berlusconi, que tiene tres cadenas y ha colocado a dos empleados suyos al frente de los telediarios de dos de las tres televisiones estatales, se ha negado a negociar con la izquierda una ley del Parlamento que evitaría la celebración del referéndum.

Referéndum

"Lo que no se puede admitir es que no se haga la ley y que tampoco se celebre el referéndum porque se convocan las elecciones. Todo esto tiene un cierto sabor a estafa", dijo ayer el secretario del PDS. Berlusconi replica que la izquierda no permitirá que se celebren las legislativas hasta que esté segura de su triunfo, y denuncia que existe un intento de "expropiación" de sus bienes por vía del Parlamento. En otro orden de cosas, el líder de Forza Italia fue desmentido ayer por el ex fiscal Antonio di Pietro, quien, con una semana de retraso, negó que se haya entrevistado jamás con Berlusconi. "No me he encontrado con él. El ex presidente me telefoneó para decirme 'doctor, es usted un moderado, símbolo de la Italia honesta, seria...' y otras cosas parecidas, a lo que yo respondí, como a todos, que no seré candidato con ningún partido", ha declarado Di Pietro a L'Espresso.

El 13 de abril, Berlusconi dijo en televisión que Di Pietro le había sugerido, en una entrevista confidencial, que él no había sido partidario de poner bajo investigación sus empresas. "Tengo la conciencia tranquila. Había empezado a preparar incluso el borrador de la petición de: procesamiento" de Berlusconi, dice, en cambio, el ex fiscal en la misma entrevista.

Los ex colegas de Di Pietro en la fiscalía de Milán precisaron ayer que nunca supieron que dicho borrador existiera. El tribunal de Brescia, en el que se celebra el juicio por la corrupción de la policía fiscal, decidió ayer que no procede que Di Pietro preste declaración como indagado como había pedido el defensor del principal acusado, el general Giuseppe Cerciello.