Dos de cada tres teatros privados piden ayudas públicas para remozarse

Al menos dos de cada tres teatros madrileños se agarran al flotador de las anunciadas ayudas públicas para rehabilitación. Una veintena de salas privadas -casi la mitad, alternativas- in tentan guarecerse del temporal que azota la escena presentando sus proyectos de reforma ante el Consorcio para la Rehabilitación de Teatros (formado por el Ministerio de Cultura, el Gobierno regional y el Ayuntamiento).

Los teatros buscan un SOS en forma de subvenciones, sobre todo a fondo perdido. Los proyectos de rehabilitación presentados suponen unos 1.200 millones de pesetas, pero la cantidad disponible en ayudas sin devolución alcanza sólo 220 millones.La lista de peticionarios recoge tanto teatros veteranos como salas alternativas, según los datos suministrados por la Consejería de Educación. Entre los primeros figuran el de la Comedia, Calderón, Infanta Isabel, Lara, Fígaro, Marquina, Alfil o Reina Victoria. A éstos se suman otros dos escenarios ahora inactivos, pero que pretenden reabrir: Pavón y Príncipe.

No son sólo los de toda la vida. También las salas más modernas han presentado solicitud de ayuda: Ensayo 100, Teatro Estudio, El Canto de la Cabra, Cuarta Pared, Teatro Cámara Compañía, El Montacargas, San Pol, Triángulo y Espada de Madera.

Los teatros privados buscan así acogerse a las ayudas públicas anunciadas por su rehabilitación (ver EL PAÍS del 16 de febrero). Son pocos los que quedan al margen -siete-, según los datos de Educación. Entre ellos, el Alcázaro La Latina.

Créditos blandos

Mientras unas salas han pedido ayudas por el monto total de las obras que quieren realizar o que ya han hecho, otras optan por pedir una parte del presupuesto. Los proyectos presentados son diferentes. El más cuantioso es el presentado para el teatro Pavón: 500 millones de pesetas que permitirían reabrirlo. Los otros 19 escenarios suman unos 700 millones, pero de forma desigual: los proyectos de mejora del Marquina y el Calderón suman 300 millones.

Aunque se ofrecían dos tipos de ayuda -a fondo perdido o créditos blandos-, la mayoría de los solicitantes se han inclinado por las primeras, que son precisamente las más limitadas: unos 220 millones de pesetas frente a la línea de 1.500 millones de pesetas en créditos blandos, ofrecida por red el Banco Exterior de España. Las ayudas a fondo perdido se conceden para cubrir, como máximo, el 70% de los costes de: las obras o el 40% del gasto en, capítulos como renovación de mobiliario, iluminación, seguridad e insonorización.

"Las salas alternativas hemos pedido ayudas sobre todo para mejorar nuestra precaria infraestructura. Tenemos que mejorar algunas deficiencias de seguridad", explica Ramón Remesal, de la Coordinadora de Salas Alternativas. Los siete espacios que agrupa en Madrid han solicitado subvención. Una comisión técnica, formada por arquitectos, estudia estos días las solicitudes y visita las salas. La concesión de las ayudas está prevista para las próximas semanas.