El chico de la guitarra en el metro de Callao
Marcelle y José Luis tienen muchas cosas en común. Ambos se encontraban ayer a disposición de la justicia como presuntos asesinos. Ambos sufrieron, al parecer, un ataque de locura. Los dos son jóvenes -22 años ella, 30 él- y los dos emplearon el cuchillo mientras creían librarse de una pesadilla. Mataron a dos personas a las que habían tenido muy cerca. Marcelle apuñaló a la anciana a quien cuidaba. Y José Luis acuchilló a su propia madre. Sin embargo, estos sucesos no tienen ninguna relación entre sí, salvo la casualidad de haber sido casi coincidentes en el tiempo: unos días después de la luna llena del viernes.
El cuerpo de Ana María Baizán, de 55 años y separada de su marido, tenía 10 puñaladas cuando su hijo Carlos lo encontró en el segundo piso del número 20 del paseo de los Melancólicos (Arganzuela). El sofá del salón estaba ensangrentado y sobre él se veía el cadáver, con cinco heridas en el tórax y otras cinco en la espalda. En las manos y en los brazos tenía rasguños. La mesa estaba puesta y había algunos cajones revueltos. Se veía mucha sangre, pero muy poco desorden. Ninguna puerta estaba forzada. Probablemente, Ana María murió en la noche del domingo, pero el cuerpo no fue hallado hasta las once de la noche del lunes.La policía detuvo a las pocas horas a José Luis Baizán, de 30 años. El supuesto parricida, primogénito de tres hermanos, tenía problemas psiquiátricos y sobrevivía tocando la guitarra en la estación de metro de Callao.
Los vecinos del inmueble no oyeron gritos ni ruidos extraños en la casa. En cambio, sí vieron cómo el hijo mayor de Ana María entraba en la casa a las once de la noche del domingo. El lunes por la noche, Carlos, el hijo mediano de Ana María Baizán, decidió acudir a casa de su madre debido a que ésta no respondía a sus llamadas telefónicas.
Tras interrogar al ex marido y al hijo de la víctima, la policía centró sus investigaciones en José Luis Baizán. Su hermano, y su padre declararon que José Luis tuvo varias disputas con su madre por pequeñas cantidades de dinero. En la casa de José Luis Baizán, en Bravo Murillo, la policía halló una cazadora ensangrentada y un cuchillo que pudo ser el arma homicida.
"Le pidió dinero"
Los inquilinos del inmueble del paseo de los Melancólicos tienen claro cuál pudo ser el motivo del crimen: "Le pidió dinero a la madre, y como no se lo dio, la debió de matar", comentaban ayer. El vecindario recuerda a José Luis Baizán como un joven desarraigado y mal vestido. "Hacía mucho tiempo que vivía por su cuenta, y parecía un indigentes en ocasiones, porque se iba como medio cayendo", señaló un vecino. No obstante, todos señalan que era educado y cariñoso.
El tío de José Luis Baizán reconoció ayer que José Luis padece problemas mentales: "Es esquizofrénico y ha estado en tratamiento psiquiátrico".
Ana María Baizán vivía sola. Hace varios años abandonó su puesto de funcionaria a causa de una enfermedad de los huesos. Ahora vivía de una pensión. Cuando la gente le preguntaba por. su hijo mayor, ella siempre agachaba la cabeza. Manuel, íntimo de la familia, manifestó que Ana María estaba avergonzada por la forma de vida de su hijo: "Ella era una mujer exquisita y correcta, y era nieta del general Martínez Campos", explicó.
Una francesa que llegó en el otoño
Marcelle F. tiene 22 años y hablaba bien el castellano. Llegó de Francia el pasado otoño, según informaron en la Embajada francesa, y sólo llevaba 20 días atendiendo a "doña Mercedes". Un sobrino de Mercedes Daván Sánchez, de 83 anos, viuda de militar, la había recomendado para que cuidara de su tía. Pero un rapto de locura la llevó a hacer exactamente lo contrario. Marcelle, una mujer de 1,80, morena, muy bien parecida, apuñaló ayer por la mañana brutalmente a la anciana en su piso del número 89 de la calle de Alonso Cano (Chamberí).Tras cometer el crimen, Marcelle salió de la casa gritando, desnuda y con un cuchillo en la mano. En el descansillo del inmueble se encontró con un vecino, José Alonso, de 64 años, profesor del colegio Cervantes, al que atacó e hirió en la mano. Este inquilino logró finalmente sujetar a la presunta asesina, que a continuación se desmayó.
"Salían juntas"
Según los vecinos, Marcelle y Mercedes no se separaban durante toda la jornada. "Salían a la calle juntas, iban a la compra a un mercado cercano". En la embajada señalaron ayer que Marcelle trabajaba en prácticas en una empresa, Posiblemente francesa.
Los hechos ocurrieron sobre las 8.45. Una inquilina del inmueble oyó chillidos en el interior del quinto piso, donde vivía Mercedes desde hace más de 40 años. Una de las vecinas de la quinta planta, muy asustada por el escándalo pidió ayuda a José Alonso, de 64 años, que bajaba a la calle. En ese momento, Marcelle abrió la puerta. Estaba desnuda, "Me quedé de piedra. Esa mujer medio loca venía a por mí con un cuchillo en su inano", recuerda José Alonso. Según su relato, la mujer le atacó y le golpeó con la mano. "Afortunadamente, agarré con mi mano la muñeca en que tenía el cuchillo. Ella tenía fuerza y me costó, pero la pude detener". José Alonso recuerda que tuvo que arrodillarla para quitarle con su mano derecha el puñal. "Mientras con una mano la sujetaba, con la otra pude desarmarla, y luego se quedó como dormida y desplomada en el suelo".
El portero de la finca, Francisco Ledesma, entró en la casa. En la última habitación del domicilio encontró a Mercedes Daván muerta. Estaba recostada en el suelo, envuelta en sangre. "Todo apunta a que esta chica pasó un momento delicadísimo y que tras apuñalarla se dedicó a rajar todo lo que se encontraba delante", comentó un policía.
Mercedes Daván era natural de Alcalá la Real (Jaén). Vivía sola y tenía dos hijos. Los vecinos aseguran que a simple vista la mujer francesa que contrató parecía normal. El portero manifestó que Marcell era muy educada. Anoche permanecía en el area de psiquiatria del Hospital Clínico.
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