ENDESA y Aguas de Barcelona forjan una gran multinacional de los servicios
La creación del grupo Interagua, en el que participan ENDESA, Aguas de Barcelona (Agbar), Canal de Isabel II y Argentaria, significa el despegue de un gran grupo multinacional de servicios con una importante participación del sector público y apoyo estatal. El grupo Agbar, cuyo accionista principal es La Caixa, retoma 6tel proyecto de un gran distribuidor que se frustró en 1991, cuando no se pudo llevar a cabo su fusión con Catalana de Gas", afirma Ricard Fornesa, presidente de la empresa de aguas.
Interagua -con un capital inicial escasamente significativo de 800 millones de pesetas- recibirá de sus socios importantes inyecciones financieras para concursar en la distribución de agua de ciudades como Chicago o Sidney en competencia con los grandes grupos mundiales, el británico Time Water y el francés Lyonnaise des Eaux. La compañía está presidida en su primera etapa por Agapito Ramos, presidente de Canal de Isabel II, aunque sus estatutos prevén una presidencia rotativa entre esta sociedad y Agbar.El nacimiento de Interagua resume la voluntad de ENDESA y Aguas de vertebrar un grupo de gran volumen y presencia Internacional. La integración entre la compañía eléctrica de titularidad pública y Agbar se ha acentuado a lo largo de los últimos meses con la penetración amistosa de ENDESA en el capital de Aguas, donde controla ya cerca del 12%. La misma tendencia se expresa en el consejo de Agbar, donde Feliciano Fuster, el presidente de ENDESA, ocupa una vicepresidencia. A lo largo de los últimos meses se han producido asimismo diversas modificaciones en el consejo de Agbar -entre ellas, la renuncia del industrial José Felipe Bertrand de Caralt-, especialmente la ratificación en el cargo de otros dos vicepresidentes: Isidre Fainé -director general adjunto de La Caixa- y Jerôme Monod, presidente de Lyonnaise des Eaux, que tiene una participación indirecta del 24% en Agbar.
Lyonnaise des Eaux, que llegó a tener el control mayoritario de Agbar, ha ido perdiendo peso en el capital de la compañía. En 1991, la presencia de Lyonnaise fue uno de los desencadenantes de que se frustrara el proceso de fusión entre Aguas y Catalana de Gas, embrión de la actual Gas Natural, SA. El entonees ministro de Industria, Claudio Aranzadi, se opuso a la mencionada fusión porque su resultante, dado el alto nivel de dispersión accionarial de Catalana de Gas en aquel momento, hubiese generado un grupo distribuidor de tecnología nacional pero titularidad francesa. Desveladas en parte las causas que imposibilitaron aquella fusión, Aguas determinó entonces fusionarse con su propia matriz, la corporación Agbar, en cuyo capital Lyonnaise controlaba su participación de forma directa. Aquella operación arrojó un balance ya entonces evidente, aunque apenas perceptible: empezaba la dilución de la presencia del socio francés en la compañía.Alianzas accionariales
Posteriormente, Aguas refundó el núcleo duro de su accionariado con una alianza entre dos accionistas institucionales estables como La Caixa y el grupo vasco BBV-Iberdrola, lo que devolvió la mayoría a manos españolas, esta vez de forma explícita. La propia Caixa articuló después su participación y la de Lyonnaise a través de Hisusa -el 47,5% de Aguas- y adquirió casi un. 2% de forma directa. La entidad de ahorro se convirtió así en el accionista de mayor peso.
Sobre esta compleja vertebración de los grupos patrimoniales, Agbar ha ido modificando recientemente su estrategia como empresa. El último paso, la constitución de Iberagua, supone una clara pérdida de peso de los intereses franceses en el grupo distribuidor porque, aunque Lyonnaise mantenga oficialmente la vocación de permanencia en Aguas, su peso político está cada vez más lejos de las decisiones estratégicas.
Agbar, con unos recursos propios de 82.000 millones de pesetas y unos ingresos consolidados de 132.000 millones, controla una órbita de 70 sociedades. A diciembre de 1994 el grupo consolidado Agbar resgistró un resultado de 9.131 millones pese al estancamiento del consumo en el sector.
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