México pide a Washington la congelación de las cuentas de Ruiz Massieu
El Gobierno de México pidió ayer al Departamento del Tesoro estadounidense el embargo cautelar de las cuentas del ex subprocurador Mario Ruiz Massieu y el rastreo de otros depósitos suyo en el país, que fue alimentando con cuantiosas sumas a lo largo de 1994 tras su llegada a la Procuraduría (Fiscalía General). Desde la semana pasada, el FBI trabaja en el caso. Según fuentes cercanas al Gobierno mexicano, el nombre de Ruiz Massieu figura además en los expedientes de la agencia antinarcóticos estadounidense (DEA) vinculado a los carteles de droga mexicanos.Ruiz Massieu se encuentra en una cárcel de Nueva York y es trasladado con chaleco antibalas: asegura que su vida corre peligro y que sufre una persecución política, lo que le ha servido de fundamento para pedir el asilo en el país vecino.
Mientras el ex subprocurador espera un juicio por violación de las leyes aduaneras estadounidenses -cometido el pasado viernes cuando intentaba salir hacia Europa- y un proceso de extradición, la Procuraduría mexicana sigue engrosando su expediente con nuevos datos. Además de los cargos que pesan contra él por encubrimiento en las investigaciones del asesinato de su hermano José Francisco, secretario general del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiroteado en septiembre, la fiscalía está recibiendo nuevas informaciones sobre las abultadas cuentas corrientes de su antiguo funcionario en bancos mexicanos, estadounidenses y de varios países europeos.
13 millones de dólares
El importe, millonario, no se ha concretado oficialmente. Según informaciones publicadas por la prensa tejana, Ruiz Massieu depositó un total de 13 millones de dólares (alrededor de 1.700 millones de pesetas) durante ocho meses en 1994, de marzo a noviembre. Es decir, desde su entrada y salida de la Procuraduría, que ahora ha entrado de lleno en localizar el origen de los fondos.
Es aquí donde la sombra del narcotráfico sale a la palestra. Informes de la DEA (Drug Enforcement Agency, el organismo antidrogas de Estados Unidos) relacionan al ex subprocurador con el narcotráfico, según fuentes próximas al Gobierno mexicano.
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