GORDÍSIMOS

Un matrimonio de Phoenix (Estado de Arizona, EE UU) inició el pasado lunes una de las más dulces jubilaciones que puedan imaginarse. Durante las dos próximas décadas, una lotería estatal les pagará 440 millones de pesetas al año, limpios de impuestos; en resumen... unos 13.200 millones de pesetas en total. Todo por invertir cinco dólares (650 pesetas) en un billete de la quiniela conocida como Powerball. "No queremos nada extravagante", declaró ayer Shirley Pence en una rueda de prensa, "aunque la gente nos dice que va a ser difícil". La señora Pence, secretaria en una compañía de seguros, compró el boleto en una tienda 7-Eleven. Tras anunciar su jubilación inmediata y recibir un cheque simbólico, Don Pence, pintor de 56 años, y su esposa, de 55, salieron a comprar un coche para su hija. El Powerball es. una lotería que funciona en varios Estados simultáneamente, entre ellos algunos de los más humildes del país, y el bote que se acaban de llevar los Pence corresponde a 12 premios acumulados. El premio que ayer ganó Michele, de 67 años y residente en la ciudad francesa de Orleans, parece peccata minuta, claro, pues ha conseguido sólo algo más de 1.500 millones de pesetas (57.045.165 francos) en otro sorteo.