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Naufragio de alta tecnología

Se hunde el 'One Australia' en plena regata de la Copa del América

Es un hecho insólito en los 144 años de historia de la Copa del América. En apenas dos minutos el velero One Australia se partió por la mitad y se fue a pique. "Muchacho, creo que nos hundimos", alcanzó a decirle el patrón del barco australiano, Rod Davies, a lan Murray, el arquitecto responsable de su diseño. Éste miró a su alrededor y sentenció: "Sí, nos hundimos".Los 16 tripulantes no tuvieron tiempo de tomar cartas en el asunto, sólo el justo para quitarse las botas de agua y zambullirse en las frías aguas de la bahía de San Diego. Allí permanecieron chapoteando varios minutos antes de ser rescatados. Sucedió el domingo, durante una de las regatas clasificatorias de la Copa Louis Vuitton.

El flamante prototipo, valorado en 300 millones de pesetas, reposa ahora en el fondo de la bahía californiana, a 150 metros de profundidad. Con él puede que se haya esfumado el sueño del equipo de John Bertrand de, repetir la hazaña de 1983, cuando rompieron por primera y única vez la hegemonía estadounidense.

"Todo sucedió muy rápido. Acabábamos de. pasar una ola y de pronto oímos un crujido espantoso. El barco se partió en dos como un trozo de cartón", dijo Bertrand. En el momento de producirse el accidente, el One Australia navegaba con un viento de 20 nudos (36 kilómetros por hora), justo el límite de lo acordado por los regatistas. Los veleros de la Clase Copa del América, considerados los más avanzados del mundo, son cada vez más frágiles. La regla que regula su diseño y construcción no pone límites a la utilización. de materiales de alta tecnología, como la fibra de carbono o el titanio. Para tener un barco competitivo, los ingenieros apuran al máximo la resistencia de estos materiales compuestos, obsesionados con una sola idea: cuanto más ligero, más rápido. Así, unos pocos nudos de viento pueden separar el éxito del fracaso más estrepitoso.

La tripulación de John Bertrand tiene asegurada su presencia en las semifinales de la Copa Louis Vuitton, pero deberá utilizar su barco de entrenamiento.

Por otra parte, el Black Magic II de Nueva Zelanda truncó ayer la racha ganadora del Rioja de España en la quinta jornada de la cuarta y última fase de clasificación por un minuto y 15 segundos. El barco español es sexto con un punto más que el Sydney'95.

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