_
_
_
_

Detenido en Rusia un líder fascista que amenazó con matar demócratas

Pilar Bonet

Los dirigentes rusos han intentado demostrar que son capaces de reaccionar ante la supuesta amenaza del fascismo con la detención el martes de Aleksei Vedenkin, un oscuro personaje que, en un reportaje emitido por el canal nacional de televisión, dijo estar dispuesto a matar de un tiro en la nuca a dos conocidos demócratas, el defensor del Pueblo, Serguéi Kovaliov, y el coronel Serguéi Yushenkov, jefe del Comité de Defensa de la Duma (Cámara baja del Parlamento).

En el reportaje, realizado por un equipo del periódico 0bshchaia Gazeta, Vedenkin fue presentado como uno de los líderes del grupo nacionalista Unidad Nacional Rusa (UNR). Sin embargo, el máximo dirigente de esta organización, Alexandr Barkashov, se ha desmarcado de Vedenkin, un hombre de negocios, que dice haber trabajado en el KGB y haber organizado los viajes de Vladimir Zhirinovski. El Partido Liberal Democrático (PLD), que preside este líder ultranacionalista, se desmarcó también de Vedenkin con una nota de prensa en la que, sin embargo, se admitía que éste trabajó para, el PLD durante un mes.En sus declaraciones televisivas, Vedenkin manifestó que el nazismo ruso tiene un gran futuro porque goza del apoyo de la mayoría de los funcionarios del contraespionaje y las estructuras presidenciales. Aseguró también que había confeccionado una lista de 150 personas a las que había que eliminar.

El lunes, un asesor de Borís Yeltsin manifestó que el presidente está preocupado por el aumento de las tendencias extremistas en Rusia y tiene intención de firmar un decreto para luchar contra el fascismo. Por su parte, en unas desconcertantes declaraciones al semanario Argumenti i Fakti, el jefe de la Administración Presidencial, Serguéi Filátov, ha dicho que los servicios de seguridad del presidente "están incrementado su influencia en la Administración y en el Gobierno".

Según el diario Moskovski Komsomolets, que tiene buenas fuentes en los servicios secretos y en el Ejército, Vedenkin nunca trabajó en el KGB, aunque sí lo hizo en la policía, de donde fue expulsado.

La historia de esta detención ha sido calificada de "lamentable" y "absurda" por el diario Izvestia, según el cual la dirección rusa provoca el fascismo en su intento de luchar contra él. Entre los procesos relacionados con el fascismo que han llegado a los tribunales rusos se encuentra la demanda que el líder Vladímir Zhirinovski interpuso, contra Izvestia que le llamó "fascista" en un artículo del que era autor Yegor Gaidar. La referencia al fascismo no figura en la legislación rusa, y, por tanto, el diario Izvestia perdió el juicio.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_