"Retransmitir la boda de la Infanta es un trabajo muy atractivo, un regalo"
La directora de cine Pilar Miró participa en la actual Berlinale como miembro del jurado encargado de conceder los osos a las mejores películas. En esta misma ciudad pasó hace 15 años las angustias de la proyección de El crimen de Cuenca bajo la amenaza de un consejo de guerra y también en 1992 la satisfacción de ver premiada con un Oso de plata su película Beltenebros.
Miró ha recibido de Televisión Española el encargo de la realización de la retransmisión de la boda de la infanta Elena. Al mismo tiempo, esta mujer polifacética dirige obras de teatro, planea nuevas películas, participa en una tertulia radiofónica y escribe cada semana una carta al presidente del Gobierno en la revista Cambio 16. Se rebela Pilar Miró cuando se evoca su salida de Televisión Española: considera que aquello es agua pasada.
Pregunta. Seis años después de dejar la dirección general, ¿cómo ve la programación de TVE?
Respuesta. Creo que la televisión pública está intentando diferenciarse de las privadas hacia una mayor seriedad. Cuando las televisiones en general tocaron fondo en la cutrez, Televisión Española reaccionó e intenta reaccionar. Lo que pasa es que la competencia es fuerte, la publicidad no es la misma. Como tiene esa situación, que nadie soluciona, de competir y dar cuentas al mismo tiempo, no sé qué vía terminará tomando.
P. ¿Pero cree que la televisión pública es un modelo viable?
R. Debe ser, tiene que ser un modelo viable. Lo que pasa es que a la clase política no le interesa en absoluto. Televisión Española está a falta de que se renueve el estatuto, que es del año 80. En cada legislatura se adquiere el compromiso de renovar el estatuto, el cambio del sistema de nombramiento del director general, pero pasan las legislaturas y nadie mueve un dedo.
P. ¿Hay una especie de complicidad de todos los partidos en no tocar el tema?
R. Hay una dejación absoluta. Televisión les vale a los partidos para utilizarla en momentos electorales y luego como arma arrojadiza permanentemente, pero nadie tiene intención de modificarla, y si la tienen, no lo hacen.
P. ¿Cuál sería el balance de las privadas?
R. Después de cuatro o cinco años cada una va tomando su personalidad, que no tenían. Empezaron siendo un magma. Antena 3 ha seguido el modelo de la televisión pública, invirtiendo bastante en programas y contratación de personas. Está subiendo el número de espectadores y la idea de los contenidos. Se acerca a lo que es TVE, porque ésta no llega a ser una televisión totalmente pública, sino que tiene parte de televisión comercial. Tele 5 ha cambiado, porque cuando empezó era una cadena de disfrute frívolo y un tanto grosero y no contaba para nada con programas informativos. Ahora son su gran baza los telediarios y los debates políticos. Canal + va adquiriendo más seguridad sobre el modelo que tenía marcado. Tener programas que a las otras cadenas no interesan, como óperas y conciertos, el cumplimiento de los horarios y la falta de publicidad hacen que sea una cadena muy agradable para un determinado tipo de personas.
P. Su trabajo más inmediato en televisión será la boda de la infanta Elena. ¿Qué significa este encargo?
R. Es un trabajo muy atractivo. Creo que es uno de los más atractivos que se pueden tener en una televisión: la retrasmsisión de un acontecimiento en España desconocido y que no se parece a ningún otro. Es un trabajo de un equipo muy amplio y muy complicado para todos, por los medios técnicos y la cantidad de personal que tiene que intervenir. Son unas ceremonias complicadas, por el protocolo, la seguridad, y absolutamente matemáticas, de precisión en los horarios. Hace falta una coordinación en todo el equipo absolutamente matemática.
P. ¿Le angustia, le precocupa profesionalmente?
R. A mí el trabajo nunca me angustia. Me angustia no tener trabajo. El trabajo me proporciona satisfacción. Éste es muy delicado, y me gustaría que saliera muy bien. Es de una cierta responsabilidad, es la retransmisión institucional. Esa retransmisión será muy complicada, pero es muy atractiva. Es lo más atractivo que se puede hacer en televisión. Un acontecimiento de este tipo es un regalo. Sólo en la catedral. voy a tener 24 cámaras, y siete unidades más para cubrir el recorrido, con sus realizadores, pero la salida será por el mismo control. Ésa es la televisión pura: la inmediatez y la información.
P. ¿Por qué le encargan esto?
R. No lo sé. Quizá porque los trabajos que he hecho en esta etapa están relacionados con retransmisiones de actos de cierta relevancia. Yo he pedido hacer este tipo de trabajos y, el director de TVE no ha tenido inconveniente en qué lo haga.
P. ¿Ha oído que el Rey pidió que lo hiciera usted?
R. Lo he oído, pero no tengo ningún dato de eso. Además, el Rey no acostumbra a pedir nada.
P. Cuando era directora de TVE, aparte del Gobierno, ¿nadie pedía nada?
R. El Gobierno, tampoco.
P. ¿Qué proyectos tiene en cine?
R. Tenía uno que se vino abajo, pero sigo con ello, porque es un proyecto que me gustaría hacer. Se trata de hacer en cine una obra de teatro clásico El perro del hortelano, de Lope de Vega, llevada al cine pero respetando el verso. Como se hace con obras de Shakespeare o Cyrano. Lo que pasa es que. la industria española es más reticente al pensar que esta película sea viable comercialmente. Yo estoy absolutamente convencida de que lo es.
P. ¿En cuál de los papeles se siente mejor, actualmente, porque el espectro que cubre es amplísimo?
R. Teatro hago menos, pero, cuando me ofrecen una obra que me interesa, lo hago. Periodismo en realidad es lo que empecé hace 25 años. Había dejado de escribir y me ha costado bastante ponerme a hacerlo.
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