"Los árbitros también somos humanos"

"Un árbitro, por lo que se ve, no puede tener reacciones humanas", se quejó ayer con amargura el colegiado riojano de Primera División Miguel Ángel Marín López. Acababa de recibir la notificación de que se le había abierto un expediente por disculparse ante un jugador al que ofendió en el terreno de juego. Otros árbitros han vivido otra clase de purgas. Han pasado por la nevera [apartados de la competición sin explicación]."Estoy muy, muy... quemado", se lamentó Marín López, director de una sucursal bancaria en Calahorra (La Rioja). "No se puede ir de normal por la vida. Luego te lo pagan con esta moneda", se queja. "En una jugada del Sporting-Sevilla de Copa del Rey, el primer día, de este mes", cuenta el colegiado, "el jugador Perico Pérez me dijo que no estaba conforme con mi decisión. '¡Fuera! Venga, a tomar por culo!', le respondí. El jugador me replicó: 'Me debe un respeto'. Acabé la situación indicándole que luego se lo explicaría".

El colegiado, tras acabar el partido, se dirigió directamente, con el uniforme arbitral todavía puesto, al vestuario del Sporting. "Es una expresión que se me ha escapado. Si le he ofendido, le pido disculpas", le indicó a Perico Pérez. "Mi expediente, en los 25 años que llevo en esto, estaba inmaculado. Ahora...". A Marín le habría correspondido arbitrar este domingo. Ahora tendrá que pasar un tiempo en la nevera.