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Recuerdo de un 'general sin miedo'

Homenaje a Humberto Delgado, opositor a Salazar asesinado en Extremadura en 1965

Recordar la historia para que algunos horrores no se repitan. Esa fue la sensación que ayer flotó en Villanueva del Fresno (Badajoz) en el homenaje que familiares, amigos, políticos españoles y portugueses, magistrados y vecinos de la población extremeña dedicaron a Humberto Delgado el general sin miedo, al cumplirse 30 años de su muerte a manos de agentes de la PIDE, la policía política lusa. Los cuatro agentes implicados fueron juzgados, pero nunca comparecieron ante el tribunal, que entendió que, hubo un "exceso de celo" en su acción.

Del terror al cálido y emocionado recuerdo para un defensor de las libertades. Treinta años se cumplieron ayer desde aquel 13 de febrero de 1965 cuando en las cercanías de Villanueva del Fresno (4. 100 habitantes), en un paraje denominado la alameda de los malos pasos, fueron hallados los cuerpos sin vida del carismático opositor al régimen dictatorial de Antonio de Oliveira Salazar y candidato de la oposición a las elecciones presidenciales de 1958, el general Humberto Delgado, y de su secretaria y compañera brasileña, Arajaryr Cantos.

Varios aviones de las Fuerzas Armadas portuguesas sobrevolaron la población extremeña mientras se descubría una placa-homenaje al general, en presencia del presidente de la República Portuguesa, Mario Soares, quien aludió a Villanueva del Fresno como símbolo del amor que los españoles y portugueses tienen por la libertad: "Juntos diremos: dictadura, nunca más". Después, en la alameda de los malos pasos, se inauguró un monumento al general.

Coronas y toque de trompetas acompañaron el acto, en el que también estuvo presente una hija del general, María Iva Delgado, que definió a su padre como un hombre "con humor y ganas de vivir".

Después de tres décadas y de cuatro juicios en Portugal, España e Italia está establecida la complicidad de la policía franquista, pero nuevos documentos apuntan también hacia pistas francesas e italianas en este crimen de Estado.

Adepto entusiasta de la dictadura instaurada en Portugal en 1928, ex comandante de la Legión portuguesa (equivalente lusa de la Falange), Humberto Delgado parece haber sido seducido por la "democracia a la americana" durante su estancia en Washington como agregado, militar, lo que le permitió asistir a las dos campañas presidenciales del general Eisenhower.

De regreso a Portugal imantó a sectores, liberales y reformistas de la dictadura, de la Iglesia y del Ejército, y con la secreta connivencia del entonces presidente, Craveiro Lopes, cansado del autocratismo de su, primer minisfro Salazar, se atrevió a desafiar al almirante Américo Thomaz, candidato oficial a la presidencia en 1958.

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