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Los militares rusos y chechenos firman el alto el fuego

Los militares rusos y los combatientes chechenos acordaron ayer un alto el fuego inmediato, después de tres horas de negociaciones patrocinadas por el Gobierno de lavecina república de Ingushetia en Ordzhonikídzevskaya. Las delegaciones estuvieron encabezadas por los mandos militares de cada parte en la región, es decir9 por Anatoli Kulikov, jefe de las tropas del Ministerio del Interior ruso en Chechenia, y por Aslán Masjádov, jefe del Estado Mayor General de las fuerzas rebeldes. Además, ambas partes acordaron un intercambio de prisioneros, que no concretaron.

El general Kulikov precisó que las negociaciones continuarán mañana, mientras que Masjádov dijo que se habían puesto de acuerdo "sobre muchas cosas". El general rebelde subrayó que el presidente checheno, Dzhojar Dudáiev, estaba al corriente de las negociaciones y las aprobaba. Anatoli Kulikov -que como general- del Ministerio del Interior actualmente es el jefe militar máximo de Rusia en Chechenia, ya que el Ministerio de Defensa ahora sólo debe cumplir la tarea de ayudar a las tropas del Interior y a la policía a "restaurar el orden constitucional" en la rebelde república norcaucásica- informó que ya había dado orden a la artillería pesada rusa de cesar los bombardeos contra las localidades chechenas. Sin embargo, Kulikov no dijo nada con respecto a la aviación, que ayer castigó el pueblo de Novi Prómisel y la ciudad de Argún.

Kulikov confirmó que los soldados rusos habían comenzado a retirarse de Grozni -ahora que la tarea principal. la deben cumplir las fuerzas del Ministerio del Interior, concretamente la infantería de marina, que desempeñó un papel clave en la toma de los edificios estratégicos de la capital chechena. Kulikov dijo que la retirada de las fuerzas del Ministerio de Defensa continuaría, pero que la presencia de éstas en Chechenia debía determinarse en futuras conversaciones. Naturalmente, el general ruso no se refería a las negociaciones con los rebeldes, sino a las que Moscú mantendrá con el nuevo Gobierno que ha impuesto en esa república.

Ayer mismo, un alto oficial dijo en Mozdok -ciudad de Osetia del Norte donde se encuentra la base militar desde la que se coordinan las operaciones que las fuerzas del Ministerio de Defensa realizan en Chechenia- que las fuerzas armadas rusas no abandonarían la república rebelde hasta que no controlaran los principales puntos de apoyo de los partidarios de Dudáiev. En declaraciones a la agencia rusa Interfax, el oficial, que prefirió conservar el anonimato, precisó que se refería a las ciudades de Argún, Gudermés y Shalí.

El representante del Ministerio de Defensa explicó que "sin el potente apoyo artillero y técnico del Ejército".será difícil liberar estas localidades de los combatientes chechenos, pero aseguró que no repetirán los errores cometidos en Grozni. "La operación será preparada, planeada y realizada con más cuidado", señaló.

Las citadas ciudades serán primero rodeadas y después se propondrá a los civiles que las abandonen y a los guerrilleros que cesen su resistencia, manifestó el alto oficial, lo que significa que si éstos se niegan y continúan la lucha, el Kremlin está dispuesto a destruirlas salvajemente, como lo ha hecho con Grozni, sin importarle la cantidad de víctimas inocentes quee llo pueda costar. Los rusos sostienen -en lo que parece una de las típicas desinformaciones que el Gobierno de Moscú divulga diariamente en relación a esta impopular guerra- que las autoridades locales y los líderes religiosos de las mencionadas ciudades, tratando de evitar que éstas sean destruidas, entran en contacto con el mando de las unidades rusas.

"Ellos apoyan la exigencia de las tropas federales en el sentido de que los combatientes deben abandonar las localidades con el fin de evitar que se combata en las mismas ciudades" dijo el alto oficial.

El Kremlin no se pronunció ayer sobre la muerte de 250 soldados rusos cerca de AIjanKalá. La noticia, que aún no ha' podido ser confirmada, la dio el domingo la radio Eco de Moscú, citando al ministro de Información checheno, MovIadí Udúgov. Éste aseguré que además de los 250 militares, habían destruido 24 carros blindados en el lugar donde se encuentran los pozos de lanzamientos de misiles, que desde hace años están vacíos. "Todo el sitio voló por los aires. Estaba minado".

Los rusos ya han perdido oficialmente más de mil soldados en los dos meses de la campaña chechena, pero otras fuentes militares consideran que las bajas son, como mínimo, de 5.000 hombres. Estas cifras han impactado a la opinión pública rusa y han hecho caer aún más la ya baja popularidad del presidente Borís Yeltsin. Según la agencia Itar Tass, éste comentó ayer por teléfono con su homólogo estadounidense, Bill Clinton, la evolución del conflicto.

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