Quiebra el 'rey del empate'

Fue duro, pero lo consiguió. El Real Madrid B encontró antídoto para quebrar al rey del empate. El Éibar, que llevaba 17 jornadas sin conocer la derrota, pisó la Ciudad Deportiva con cala de empate, la suya. Lo tenía claro: sumar su empate número 15. Pero el filial blanco transmutó su papel por primera vez desde que comenzó la temporada. Agobiado por su situación en la tabla (el antepenúltimo, en puestos de descenso), el Madrid B optó por la terapia de grupo.El mensaje es claro: hay que dejar de hacer fútbol de salón, para que Valdano tome nota, por un juego mas práctico. Gran culpa de este cambio de actitud la tiene Rafael Benítez, el técnico blanco, que ha logrado meter a sus jugadores este espíritu de supervivencia. Y eso que el partido tenía todos los condimentos para favorecer al Éibar: lluvia, constante y terreno pesadísimo.

El rey del empate salió haciendo un juego típico norteño: áspero, combativo, sin concesiones. El Madrid también optó por esta fórmula. Para lograrlo no sólo basta con la intención. Benítez dejó en el banco a Sandro para dar toda la responsabilidad a Jaime, que. ofreció un sensacional espectáculo de lucha, fuerza y, cuando el terreno y el rival lo permitían, pinceladas de técnica. Metidos en el mismo fregado, y visto que los dos equipos iban a utilizar la fuerza, sólo había que acudir a los objetivos. El Madrid, a por la victoria; el Éibar, a por su querido empate. Los blancos decidieron intentarlo con disparos de larga distancia. Los cuatro primeros no hallaron red. El quinto, sí.

Fue Dani, que en otra ocasión hubiese centrar o colocado el balón en la escuadra, pero que, fiel al nuevo espíritu luchador de su equipo, optó por el zapatazo. Acertó. En el segundo periodo, y conseguido el primer objetivo del gol, el Madrid se acopló a la segunda fase: defenderse para salir al contraataque. En uno de éstos, Jaime, el mejor, obtuvo el premio del gol.