"No nos rendiremos", anuncia el líder de los rebeldes zapatistas

La operación militar decretada por el presidente de México, Ernesto Zedillo, para aplastar al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas no es un camino de rosas. "La rendición no está en nuestros planes", advierte el subcomandante Marcos, el máximo dirigente de los rebeldes. La resistencia zapatista al avance de las tropas en la selva Lacandona ha causado, por el momento, la muerte de al menos dos ofíciales del Ejército mexicano.

"Nos han estado engañando, han estado haciendo tiempo para atacarnos en periodo de sequía, es la guerra de guerrillas", declaró al diario mexicano La Jornada Rafael Sebastián Guillermo Vicente, como se llama verdaderamente el líder zapatista. Las manifestaciones las hizo en algún lugar de la selva el pasado jueves, el día en que el presidente Zedillo puso fin a la vía de la negociación con el EZLN y optó por el método expeditivo de las armas. El cerco militar sobre las posiciones zapatistas seguía estrechándose ayer, según las informaciones del Gobierno. Las tropas regulares entraron en varias localidades de la región de Los Altos tras haber ocupado por completo Guadalupe Tepayac, uno de los bastiones de los rebeldes. El Ejército repartía a su paso comida y medicamentos.La opción militar de Zedillo ha encontrado el apoyo de la mayoría de los actores políticos y financieros del país. Sin embargo, ayer se redoblaron los llamamientos al diálogo por parte de la oposición de izquierdas y las organizaciones pro derechos humanos. Un grupo de personalidades independientes encabezadas por Samuel Ruiz, obispo de San Cristóbal de las Casas, capital del Estado de Chiapas, instó a la reconciliación. En su opinión, la operación militar abre la puerta a un grave enfrentamiento armado.