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Carrera entre municipios madrileños para acoger los nuevos casinos

Al menos cinco municipios madrileños han expresado su interés por acoger un casino tras conocer que la Comunidad se hacía con las competencias sobre el juego, que hasta el 1 de enero pasado gestionaba Interior. Jorge Murtra, director general de Protección Ciudadana, aseguró ayer que en los últimos días ha recibido cartas y llamadas telefónicas de los máximos responsables de cinco localidades, con idéntico objetivo: la instalación de un gran salón de juego en su término. "Es lógico el interés, porque un casino supone riqueza para la localidad", explica Murtra,El único casino de Madrid funciona en el municipio de Torrelodones (9.300 habitantes), al norte de la región. Según Jorge Murtra, Arroyomolinos (1.780), en el sur de la región, quiere ser, como Torrelodones, lugar de cita habitual del juego. El consejero de Cooperación, Virgilio Cano, asegura que Parla (72.000) también quiere atraer un casino. "Pero estas peticiones; no significan que nosotros vayamos a autorizar casinos en todas, partes", precisó. "No queremos convertir la Comunidad en Las Vegas".

PASA A LA PÁGINA 3

El efecto frontera

El único casino de la región ganó 650 millones de pesetas entre enero y noviembre del año pasado

En Azuqueca de Henares (Guadalajara), municipio que linda con la Comunidad de Madrid, existe un proyecto de casino que respalda una empresa de máquinas recreativas, según indicaron ayer fuentes del Servicio Regional de Normativa del Juego. "A lo mejor se empieza a producir un efecto frontera y aparecen casinos junto a los límites geográficos de Madrid pero en terrenos de Castilla-La Mancha para evitar el pago de la tasa fiscal. Ese fenómeno, de producirse, recomendaría autorizar casinos en algún municipio de la periferia para recuperar el dinero que, de otra manera, se puede escapar a Castilla-La Mancha", apuntó un representante del Servicio de Normativa del Juego.Los clientes del Casino Gran Madrid se gastaron en los 11 meses de 1994 más de 4.700 millones en las distintas mesas, 923 millones en las máquinas de azar y dejaron 1.900 millones en propinas.

La dirección del casino Gran Madrid solicitó en diciembre a los grupos parlamentarios de la oposición que rechazasen la tasa fiscal sobre el juego, cuyo coste anual alcanzará los 297 millones de pesetas, aprobada por el Gobierno de Joaquín Leguina. IU y PP no aceptaron la sugerencia de los empresarios al conocer su cuenta de resultados. "Si ganan cerca de 700 millones al año pueden pagar 300", contestaron. El último pleno del año pasado, aprobó la nueva tasa fiscal cuyo primer pago trimestral deberá hacer el Casino Gran Madrid en marzo.

Póquer en Madrid

El Casino Gran Madrid de Torrelodones ha solicitado a la Consejería de Hacienda autorización para poner en marcha dos modalidades de póquer en sus mesas de juego. La Comunidad de Madrid, que desde el 1 de enero asumió las competencias del juego y aprobó un catálogo de juegos autorizados en el que no se incluía el póquer, contestará en las próximas semanas.El Casino Gran Madrid expresó en un escrito entregado a los grupos parlamentarios su preocupación ante el ejercicio de 1995. Con la nueva tasa fiscal -297 millones de peseta- que cobra este año la Consejería de Hacienda, la dirección del Casino cree que tendrán que reducir plantilla para poder sobrevivir.

La legalización del póker no es una medida nueva. La Consejería de Hacienda de la Generalitat valenciana, con competencias en juego, la propuso en 1993. Aquella iniciativa, la primera de España, afectaba a los dos casinos implantados en la Comunidad Valenciana (Torreblanca y Monte Picayo). El objetivo era frenar las timbas ilegales y paliar la crisis de los casinos. Para ello de permitió el denominado póker sintético, modalidad que se juega a dos cartas tapadas y tres descubiertas. El crupier se enfrenta a siete jugadores. El tope de la apuesta, aunque en un principio no se determinó, rondaba las 50.000 pesetas. Junto con el póker, se legalizó el monte -juego de círculo parecido al bacarrá- y la rueda de la fortuna -apuesta a la carta, en la que cada casilla corresponde a un naipe

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