Un cheque bajo el brazo

Tradicionalmente, se decía que los niños nacen con un pan debajo del brazo. En Cortes de Arenoso, un pueblecito del interior de la provincia de Castellón, la dicha es mayor: el Ayuntamiento premia con 200.000 pesetas cada nacimiento y aporta idéntica dote a las bodas que se celebren en la lo calidad y cuyos cónyuges hagan extensible al pueblo su voto de fidelidad. La propuesta ha surgido del alcalde de Cortes de Arenoso, el socialista José Mata, de 49 años, empeñado desde 1987 en consolidar y rejuvenecer el censo local. Cortes de Arenoso, con 440 habitantes, es el último pueblo de la comarca del Alt Millars, en el límite con la provincia de Teruel. José Mata, empresario manchego, recaló allí en 1981. Antes fue concejal de Castellón, como miembro del colectivo Esquerra Independiente de Castellón. En 1987 accedió a la alcaldía de Cortes de Arenoso y hoy goza de mayoría absoluta (5 concejales del PSOE por 2 del PP). Mata habla y no para de los proyectos que en estos últimos años ha puesto en marcha en la población. Primero fue una fábrica embotelladora, Aguas de Cortes, SA, que emplea a 25 personas, y luego talleres artesanales de carpintería, ebanistería, orfebrería, cuero y cerrajería, así como otros dos para la fabricación de arreos de caballería y aperos para los jinetes, que dan trabajo a otras dos personas cada uno. Tales actividades, junto a dos empresas de construcción y la agricultura de montaña, completan la actividad económica y laboral de la localidad.

El alcalde no disimula un gesto de autosatisfacción cuando habla de los resultados estadísticos de estos proyectos. "Desde 1988 hasta 1994hemos rebajado el índice de jubilados y pensionistas del 87% al 60%; el censo ha pasado de 378 personas a 440; y, por último, los niños en edad escolar, de 16 a 35".

Para mantener esta tendencia poblacional, el Ayuntamiento, pionero en la apertura de un registro para parejas de hecho, apuesta por la opción de primar las bodas y los nacimientos en el pueblo. El Ayuntamiento entrega el cheque inmediatamente que las parejas inscriben en el registro municipal el matrimonio o el nacimiento de los hijos. Pero José Mata lanza un aviso a pícaros y oportunistas: "En el caso de no ser vecino de Cortes, el matrimonio ha de firmar un contrato con el Ayuntamiento en el que se compromete a residir en el pueblo durante 10 años; de lo contrario ha de devolver el dinero". "¿Alcanzarán también las subvenciones a las parejas homosexuales?", se le pregunta a Mata. "Se estudiará, aunque el fin de la iniciativa es fomentar la natalidad", argumenta. Según sus datos, en el pueblo hay unos 50 hombres y unas 20 mujeres en edad casadera. La primera pareja que obtuvo la subvención por casarse fue la integrada por José Orduña, de 76 años, y Pilar Cebrián, de 65. "Ha sido un excelente regalo de bodas, ideal para una luna de miel", señalan al unísono.