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Un hombre, acribillado a tiros ante su casa

Alfonso Jerez Cordero, de 36 años, casado y padre de tres hijos, falleció en la madrugada de ayer al recibir siete tiros mientras estaba dentro de un Citroën ZX de color negro estacionado a 20 metros de su domicilio, situado en el 3º A del número 49 de la calle de Humanes, en la colonia Jesús Divino Obrero, de Vallecas.La víctima era conocida con el sobrenombre de El Marqués. Para la Jefatura Superior de Policía, un ajuste de cuentas puede ser el móvil de este crimen.

"Como petardos secos"

La ráfaga de disparos sobre el cuerpo de El Marqués levantó a todo el barrio en la madrugada del lunes, a la 1.30. "Fue un estruendo consecutivo", explicó un vecino. "Sonaron como petardos secos", añadió otra persona. Al instante, decenas de ciudadanos asustados por los tiros salieron a la calle y descubrieron el cadáver de Alfonso en el asiento del conductor. Su cuerpo se hallaba inclinado hacia adelante en sentido diagonal. La luna lateral de la puerta delantera estaba hecha añicos y ninguna puerta del coche se encontraba abierta. Un testigo explicó que en la espalda tenía dos orificios de bala: "Como estaba tumbado hacia adelante, sólo le vimos los agujeros de detrás, pero todo estaba lleno de casquillos". Según los primeros datos de la investigación, la víctima recibió los disparos a una distancia muy corta. En el vehículo, según la policía propiedad de un amigo, se hallaron 11 casquillos de bala 9 milímetros Parabellum.

La esposa del fallecido, María, embarazada de seis meses, bajó a la calle escoltada por los policías. "¿Qué voy a hacer ahora? ¿Qué voy a hacer ahora?", gritaba mientras volvía a su casa tras ver el cuerpo sin vida de su marido. Los tres hijos de la pareja -Javier, de 14 años; Rubén, de 12, y Alfonso, de 7- fueron trasladados posteriormente a casa de un familiar.

Continuo ajetreo

En la colonia de Jesús Divino Obrero, El Marqués era muy conocido por sus vecinos. Cientos de personas acudían a su casa incluso a horas intempestivas, lo que hacía sospechar a los vecinos que comerciaba con droga. Él no les molestaba, pero sí les incordiaba ese continuo ajetreo de gente. "Sobre todo, de madrugada, venía mucha gente y casi siempre se equivocaban de número cuando llamaban a su casa", explicó una vecina.

Un amigo de El Marqués explicó que hace un tiempo tuvo problemas y se peleó con gente de Fontarrón, un barrio cercano. Alfonso Jerez no tenía ningún tipo dé antecedentes.

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