El segundo de Bossi considera inevitable la escisión de la liga Norte italiana

Roberto Maroni, ex ministro del Interior de Silvio Berlusconi y número dos en la Liga Norte del líder de esta organización, Umberto Bossi, al que le une una estrecha amistad personal de varias décadas, ha dado un paso más hacia una separación definitiva, y considera que "a estas alturas" puede darse por seguro que encabezará una escisión de su partido en el congreso previsto para el próximo fin de semana."Creo que no hay alternativa. Si en el congreso vence Bossi, como muchos prevén, y vuelve a ser confirmado en el cargo de secretario general, lo que excluiría la reapertura del diálogo con el Polo [de la Libertad, la coalición dirigida por Berlusconil y volvería obligatoria una alianza con la izquierda, yo me voy al Polo", declara Maroni en una entrevista publicada ayer por el Corriere della Sera.

En el final de la frase radica la novedad y la confirmación de una escisión en ciernes. Maroni había indicado ya que en caso de triunfo de Bossi saldría de la Liga. Pero hasta ayer aseguraba que daría ese paso únicamente para irse a casa para abandonar la política.

La escisión del partido que abrió la vía hacia la revolución de los jueces -fue la Liga la que socavó el consenso electoral en torno a la Democracia Cristiana, minando las bases del poder político. por el que sé rigió Italia desde la posguerra- marcará su probable desaparición histórica.

Maroni, que fundará un nuevo grupo unido a Alianza Nacional y Forza Italia para concurrir a las próximas elecciones como Polo de la Libertad, estima que le seguirá "el 90% de los votantes de la Liga, que eran de centro-derecha".

Pérdidas parlamentarias

Bossi reconoce implícitamente esa tendencia cuando afirma que su partido concurrirá en solitario a las elecciones regionales de la próxima primavera, y que pretende restablecer el diálogo con la derecha si Berlusconi se retira de la escena. La Liga Norte ha perdido el 26% de los 180 parlamentarios que obtuvo en las elecciones del pasado mes de marzo gracias, en parte, al apoyo de orza Italia. Los sondeos le atribuyen una intención de voto de sólo el 3,5%, frente al 8,3% que alcanzó en las elecciones del pasado mes de marzo y al 6,6% de las europeas de junio.

Bossi añade que, sólo apoyará a Romano Prodi, el novísimo líder de centro-izquierda, si las elecciones se celebran antes de que se apruebe una ley anti-trust que, en su opinión, debería dejar a Berlusconi fuera de la política.

La candidatura de Prodi divide también profundamente al Partido Popular Italiano (PPI), igualmente amenazado de escisión. Rocco Buttiglione, secretario del PPI, declaró ayer a La Stampa que los dirigentes de la izquierda de su partido que apoyan a Prodi "ya fueron derrotados en el congreso". Tras su última iniciativa, insiste, "están ya fuera del partido. Ellos solos se han colocado fuera".